Una mujer será presidenta
Testigo fiel
Con Beatriz Paredes o Xóchitl Gálvez por el frente opositor y Claudia Sheinbaum por Morena, todo hace indicar que una mujer será en el 2024 la próxima presidenta de México.
En el Frente Amplio por México, la declinación a sus aspiraciones de Santiago Creel Miranda dejó libre el camino en la recta final, a las únicas dos mujeres que se disputan la candidatura presidencial por el PRI y el PAN.
En el caso de Morena, si otra cosa no sucede, la ex jefa de gobierno de la Ciudad de México, la favorita de AMLO y quien se ha mantenido como puntera de las encuestas, sería la contendiente a suceder al tabasqueño en las urnas el próximo año.
Así, México sólo está a días de saber si, como nunca en su historia, por primera vez dos mujeres serán las que disputen el poder en la que será la madre de todas las elecciones.
Y es que a estas alturas de la competencia política, tanto el bloque opositor como el partido oficial se encuentran emparejados en las preferencias electorales, sin siquiera haber nominado aún a sus candidatos.
En ambos bandos, dependerá en lo sumo el manejo de crisis que les puedan generar las inconformidades y rencillas internas de aquellos a los que no les alcanzaron los números para ser los abanderados en la justa de 2024.
Como lo hizo en la víspera el ex secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quien ya denunció ante el INE las trapacerías de las que se ha valido Claudia Sheinbaum para posicionarse en las encuestas.
Pero sobre todo el uso de programas sociales, y el aparato de Estado para mantenerse en las preferencias del electorado, y como ‘corcholata’ favorita del inquilino de Palacio Nacional.
El ex canciller es el único del resto de los aspirantes de Morena que le ha venido disputando el primer sitio en las pruebas demoscópicas a Sheinbaum y quien podría fracturar la unidad del partido de no ser arropado por el manto protector del mesías de Macuspana.
Del lado del Frente Amplio por México, en el último tramo para definir a quien representará la oposición, sólo hay de dos aguas: o es Beatriz Paredes o Xóchitl Gálvez.
Una de ellas saldrá de un proceso que no sólo echará mano de encuestas, sino de foros regionales y debates entre las contendientes, en que se evalúan capacidad, experiencia, popularidad y el proyecto de país que se requiere para México.
Una elección de la candidata que será avalada por organizaciones sociales, quienes participan en el proceso de selección y los partidos, PRI, PAN y PRD, que forman parte del frente opositor.