Testigo fiel
Por: Jesús Torres
Este miércoles se cumplen las 72 horas después de que Andrés Manuel López Obrador fuera trasladado a la Ciudad de México para atención médica por un supuesto desvanecimiento que tuvo durante una gira por Mérida y contagio de Covid.
La hipótesis de que haya sufrido un síncope o derrame cerebral fue alimentada por el inadecuado manejo que desde el oficialismo se ha dado a este caso desde que ocurrieron los hechos al tratar de minimizarlo.
La principal sospecha tiene que ver conque hasta ahorita López Obrador no ha dado la cara, no se le ha visto en un video o una foto, -como sí lo hizo en otras ocasiones en las benditas redes sociales-, o de perdis una llamada telefónica en su espacio predilecto de las mañaneras.
Un médico, que omito su nombre por obvias razones, ha atendido a cientos de pacientes por Covid, y en ninguno de los casos se le han desvanecido o presentado un cuadro clínico como para suspender sus actividades normales.
Al menos que por problemas cardiacos el diagnóstico sea de gravedad y entonces sí se requiera de urgente hospitalización, como podría haber ocurrido con el inquilino de Palacio Nacional.
Ayer durante su visita a Tabasco la esposa del originario de Macuspana, Beatriz Gutiérrez aseguró que la única y auténtica verdad es que AMLO está muy bien.
Aunque no dejan de ser sólo dichos de la no primera dama.
El columnista, José Ureña dio cuenta en su entrega de ayer cómo un testigo narró el desvanecimiento que sufrió López Obrador durante su visita a Mérida y que obtuvo como primicia ‘El Diario de Yucatán’. Aquí el texto:
-Yo vi cómo se desplomó el presidente, para sorpresa de todos.
¿Nadie hizo nada para detenerlo?
-No hubo tiempo. Todo fue tan rápido que cayó con todo su peso de lado. Por fortuna estaba sentado y quizá eso evitó un golpe mayor.
¿Qué hicieron luego?
-Había mucha confusión y luego fue levantado por personal presente, mayoritariamente militar, porque estábamos en una base castrense y trasladado a un salón anexo.
Posteriormente fue sacado lo subieron a una ambulancia y se lo llevaron aparentemente a un hospital, no en Mérida.
Otro periodista, Raymundo Riva Palacio en su columna de ayer, ‘Estrictamente personal’, sostiene que a López Obrador el virus del Covid le produjo un infarto y que lo que el gobierno oculta son las consecuencias de ello.
De acuerdo con Riva Palacio hasta la noche del lunes no estaba claro como, desde el gobierno, se iba a informar el parte médico o si reconocerían que el tabasqueño había tenido una afección cardiaca.
Cierto o no, ambas versiones se han dejado correr en tanto no de la cara ante la opinión pública el mismísimo López Obrador. Hasta entonces sabremos la verdad.
