‘Mapachon’ que confronta y divide
Testigo fiel
Por: Jesús Torres
En la adelantada sucesión para el cambio de gobierno de Tabasco el presidente del Consejo Político, Raúl Ojeda ya no es garantía de equidad e imparcialidad al interior de Morena para conducir el proceso de selección del candidato, todo lo contrario, confronta y divide.
Pero no sólo eso, el tres veces perdedor de las elecciones para gobernador en la entidad se encuentra en abierta campaña para participar por cuarta ocasión en el proceso electoral local que inicia este año, convirtiéndose así en juez y parte en el partido.
El ex secretario de gobierno de Arturo Núñez, -acusado por López Obrador de ser un ‘mapachón’-, desde que asumió el cargo como presidente del Consejo Político, ha enderezado ataques contra otros aspirantes que le son incómodos, incluso que no comulgan con el secretario de gobernación, Adán López.
Se dice obradorista, pero durante el corrupto gobierno de Arturo Núñez ordenaba desde la Secretaría de Gobierno a funcionarios a no acudir a los actos de López Obrador, aunque fuera en domingo.
Incluso, de acuerdo con un video que circuló profusamente en redes sociales esta semana, que data del 2015, en un mitin, acompañado de Adán López y Octavio Romero, el hoy inquilino de Palacio Nacional acusa a Raúl Ojeda de haber operado en contra de su partido.
“Para desgracia, imagínense, ayudamos a Raúl (Ojeda) para defenderlo del fraude cuando (Manuel) Andrade, y ahora resultó otro mapachón’.
A lo que el originario de Macuspana se refería es que Ojeda, como secretario de gobierno de Núñez había intervenido en la compra y coacción del voto en las elecciones intermedias de Tabasco, de ahí el mote de ‘mapachon’.
A diferencia de otros perredistas que se fueron con AMLO para fundar Morena, Raúl Ojeda permaneció en el régimen nuñista hasta finalizar el sexenio, incluso había anunciado que se retiraba de la política para irse a cuidar a sus nietos. Nada más falso.
El empresario ganadero, antes apodado el ‘pirruris’ fue rescatado del ostracismo por Adán López, quien lo manda a Morelos como delegado de Morena y después como presidente del Consejo Político en Tabasco, una vez que el partido es secuestrado por expriistas contra los que durante sexenios luchó el mismísimo López Obrador.
Desde su cómoda posición y sin que nadie lo llame a cuentas, Raúl Ojeda busca descarrilar con su guerra sucia al titular de Fonatur, Javier May Rodríguez, el principal adversario a vencer y el mejor posicionado en la mayoría de las encuestas internas de Morena a la gubernatura, además de ser uno de los fundadores del movimiento y más cercano al tepetiteco.
No le importa utilizar la estructura del partido para promocionarse, encaramarse en eventos oficiales de ayuntamientos o tener acercamientos con sectores de la población como si fuera el candidato oficial al gobierno del estado.
Mientras más se deje correr el tiempo, mayor será la ruptura entre los que llegaron a apoderarse del partido y a los que históricamente les han negado la posibilidad de gobernar Tabasco.
