Incompetencia y deslealtad
Sin Remitente
Ante su errático desempeño y conflictos internos que han propiciado la confrontación y la parálisis del Partido Movimiento Ciudadano (MC) en Tabasco, el cese de su dirigente Pedro Palomeque Calzada podría darse en cualquier momento.
Hasta donde se sabe, el dirigente nacional, Dante Delgado Rannauro, tiene conocimiento de que Pedro Palomeque fue incapaz no solo de cohesionar al partido, sino de su incapacidad para asumirse como un líder respetado y respetable que ayudara crecer el partido en la entidad. Pero ha hecho todo lo contrario.
El priista de corazón cayó víctima de su propia soberbia y de su costumbre por incumplir acuerdos políticos. Con el tiempo se han venido dando muestras de su debilidad, como lo confirma la renuncia de todos los integrantes de la Comisión Operativa Estatal, el organismo que acompaña a la dirigencia en la toma de decisiones.
Esta cascada de renuncias cayó sobre la espalda de Pedro Palomeque desde el año pasado, como una muestra de repudio a su gestión. Entre ellos estaban afines de quienes eran sus aliados, como el caso del alcalde de Tacotalpa, Ricky Arcos.
Además, en la lista de los que lo dejaron solo por sus arranques están: Lesvia León, excandidata a diputada federal; Saúl Armando Rodríguez, David Zurita, excandidato a legislador local; Alejandra Plancarte, Hernán Pérez Soto, también excandidato a diputado federal y Flor, quien fue la primera en dejar el cargo. En la práctica, MC carece de un órgano directivo formal.
También, en una acción de torpeza absoluta, desplazó ilegalmente a Patricia Alejo como dirigente del partido en Cunduacán y apoyó la destitución de Lidia Jiménez como secretaria de Organización en Comalcalco. Esta última, por cierto, sobrina de Pedro Jiménez León, quien prácticamente lo puso como líder del partido naranja. En ambos casos, hay sendas denuncias formales ante la dirigencia nacional.
El contraste a su actitud campechana ante los medios y sus discursos triunfalistas, es chocante ante la realidad de un partido debilitado por las confrontaciones generadas desde su mando.
Parece que Dante Delgado, y el propio Pedro Jiménez, han entendido que en Tabasco hay un dirigente partidista incapaz de mantener un rumbo fijo, sin liderazgo y menos autoridad, acostumbrado a viejas prácticas priistas (fue alcalde de Tacotalpa por el PRI). Por si fuera poco, es renuente a dar cuentas claras sobre los 600 mil pesos mensuales que el partido recibe por las prerrogativas electorales y como apoyo de la dirigencia nacional.
Pedro Palomeque está a punto de dejar Movimiento Ciudadano abandonado a su suerte por la militancia y en particular por quienes lo apoyaban, entre ellos el ex alcalde Ricky Arcos, que están a favor de un cambio ante el proceso electoral del 2024.
Las exigencias de unas siglas diferentes a las tradicionales, con adversarios internos que se han levantado en reclamo a su incompetencia, han sido superiores a las fuerzas de un Pedro Palomeque que llegó al puesto por una coyuntura política y no como resultado de su capacidad o carrera en el partido.
El desenlace final a su desastrosa gestión parece ser el caso de Comalcalco, donde la sobrina de Pedro Jiménez León ha expuesto las prácticas perversas avaladas desde la dirigencia estatal. El desmoronamiento de MC en la tierra de López Obrador es evidente. Y no se detendrá a menos que haya un cambio de timón con la pronta salida de un Palomeque incapaz de hacer política de la buena.
El cese de Palomeque parece, pues, cosa de pocas semanas, tal vez de días. Alguien lo aconsejó o asesoró equivocadamente. Con miras a 2024, es momento de que Dante Delgado se decida por un dirigente, hombre o mujer, íntegro y honesto, que le ayude a seguir creciendo y ganando en Tabasco.
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