Y la oposición se divide
Por: Jesús Torres
En vez de ir unidos para hacer frente a Morena los partidos de oposición en Tabasco tomaron caminos distintos con rumbo a un inminente aniquilamiento electoral en el 2024.
Las postulaciones de las priistas, Lorena Beaurregard de los Santos como precandidata del PAN a la gubernatura y de Minés de la Fuente por Movimiento Ciudadano, (la cual podría anunciarse oficialmente este miércoles) no sólo vendrán a dividir el sufragio en detrimento de la oposición en el edén tabasqueño, sino que de paso le restará votos al Partido Revolucionario Institucional.
Y es que ambas contendientes sumarán boletas electorales, no de otros partidos o ciudadanos indecisos, sino del Revolucionario Institucional, que es donde tienen redes de amistades y simpatizantes.
Para cerrar este circulo sólo falta que el PRI y su dirigente estatal, Dagoberto Lara Sedas defina con quien se la jugará en la justa electoral del próximo año.
Entre los aspirantes se mencionan a los diputados locales, Soraya Pérez Munguía y Fabián Granier así como el líder nacional de Movimiento Territorial, Erubiel Alonso Qué.
En esa ruta, el senador del PRD, Juan Manuel Fócil Pérez no lo pensó dos veces y en la víspera decidió lanzarse por la gubernatura del estado a fin de mantener por lo menos el registro de su partido.
Con la oposición dividida y sin haberse concretado la alianza entre el PRI, PAN y PRD lo que se viene para estos partidos en junio del próximo año es un tsunami electoral morenista difícil de parar.
¿Qué harán los dirigentes de los partidos de oposición para contener la fuerza electoral que representa Morena en Tabasco?
Porque a como lo están haciendo se la están poniendo facilita al precandidato único a la gubernatura del estado, Javier May Rodríguez quien ya adelantó que en el 2024 su partido se llevará carro completo.
Aunque quizá la oposición esté apostándole a que el efecto Xóchitl Gálvez, precandidata presidencial, de la coalición Fuerza y Corazón por México les sume un buen de votos el día de la jornada electoral.
Por lo pronto, en el caso de Tabasco queda en evidencia que el llamado de la aspirante presidencial a construir una alianza opositora, un frente que camine unido a partir de las diferencias, sólo fue un grito en el desierto, un llamado a misa. Así se ve.