La apatía opositora
Triques
Los tiempos cambian y con esos cambios la manera de competir por los cargos de elección popular, porque esta vez es la primera en la historia reciente de México donde los contrincantes del partido en el poder basan no sólo sus propuestas sino su propia candidatura en la manera de cuestionar la actual administración en general, y la personalidad del Presidente de la República en particular.
Los competidores para 2024 carecen de un proyecto propio que otorgue legitimidad y personalidad a su candidatura o a la alianza, las palabras de la experimentada Beatriz Paredes, son muy significativas al decir que uno de los problemas más serios que está atravesando México “es la posibilidad de una regresión antidemocrática. Y esto tiene que ver con lo que se ha visto como un intento de reproducir el verticalismo de hace algunos años que caracterizó el autoritarismo mexicano”.
El Presidente marca la agencia noticiosa todas las mañanas, los temas a discutir los coloca sobre la mesa redacción de los medios, hasta los distractores son un juego de naipes en la mañanera, de tal suerte que dicta hasta el tema del discurso de la oposición.
En estos años la oposición no ha descifrado el discurso del poder, pero éste, en específico el Presidente, conoce las expresiones de los conservadores que desde hace siglos siguen siendo tan previsibles como rutinarios.
El hecho de ser nostálgicos del pasado ayuda mucho a conocer no sólo lo que dicen sino lo que dirán los opositores, que por arte de magia la 4T convirtió en derechistas, ultraconservadores que parecieran tener un guion escrito de antemano.
Beatriz Paredes no es un cuadro competitivo del PRI, mucho menos de la alianza, pero es una metáfora de la política de oposición centrada, equilibrada y con conocimiento de la política, que, en término s reales, ha dejado de practicarse por la derecha, acostumbrada a no utilizarlo ni como poder ni como oposición. Es decir, se trata de una figura estable pero no con posibilidades de triunfo electoral sino como un referente de las raíces de los pensamientos conservadores que han gobernado el país desde hace más de 100 años.
Paredes, ha dejado pasar el tiempo viviendo con perfil bajo en la política, hasta su carrera como cantante, dejó atrás, ahora pareciera que no sabe para quién trabaja al decir: “Los mexicanos están preparados para votar por una mujer”.
La derecha hace el juego al poder sin saberlo, se han habituado a practicar una política de confort donde la única actividad es decir no a las propuestas, y decisiones del gobierno federal, pero no han ofrecido alternativas y esto lo vemos reflejado en la nula propuesta propia de los posibles candidatos de la oposición a la Presidencia de la República.
La oposición dejó de luchar, dejo de serlo, se cansó de pelear contra un monstruo que ganaba todas las discusiones y ahora que debe reaccionar para hacerle frente a las urnas, muestra temor
El olvido de la práctica política por parte de la oposición les ha infundido miedo competir, sus alharacas de vulgares bravucones, no refleja más que el temor de ser vencidos de nuevo. Los opositores saben que su carácter no resiste una derrota electoral más. Todo antes de volver al principio, de retomar la política de aprender historia de conocer las leyes. Vivieron muchos años viviendo de la ingenuidad de la población y ahora que la gente abre los ojos paulatinamente, ya no quieren competir si no tienen la certeza de ganar.
En su conducta reconocen el tamaño del contrincante y en su discurso la apatía por la democracia.
