Repudio morenista a Barradas en Paraíso
Por: Víctor Ulin
El precandidato al gobierno de Tabasco, Javier May Rodríguez, es un comprometido con la democracia y con el método de su partido de que sea el pueblo el que elija libremente a sus abanderados mediante las encuestas. Pero, sin medir consecuencias y sin más pruebas que sus dichos, Bernardo Barradas anda propagando que lo impondrá como su candidato a la alcaldía de Paraíso.
El ex alcalde paraíseño que fue señalado de corrupción en su momento, no cuenta con el apoyo de la mayoría de morenistas que alertaron sobre el presunto albazo y que están listos para iniciar una contra ofensiva para impedirlo y pugnar que sea postulado uno que, ganando las encuestas, garantice que se recupere el municipio que gobierna el PRD a partir del 2018.
Sin embargo, la versión de la imposición de Bernardo Barradas resultaría absurda si la intención de Morena es ganar el municipio que perdieron con la “adancista” Betty Milland la elección pasada, considerando que para el Presidente Andrés Manuel López Obrador es una prioridad y hasta de seguridad nacional, que el lugar donde se encuentra la Refinería Olmeca sea gobernada por un alcalde de su partido.
Bajo este escenario, la versión de la imposición del mismo Bernardo Barradas y sus huestes, es más la de un Caballo de Troya que busca desacreditar el proceso de selección de candidatos a cargos de elección popular que el precandidato a la gubernatura ha venido cuidando, siendo garante, para que sea transparente y que en la boleta aparezcan solo los más competitivos para arrasar en la elección.
De hecho, en sus recorridos en Paraíso, en el proceso interno para seleccionar al Coordinador de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación en Tabasco, Javier May Rodríguez, abierto siempre a todos los liderazgos al interior, pudo darse cuenta del rechazo a la sola idea de que Bernardo Barradas pueda ser candidato y de los pocos seguidores que apoyan su aspiración.
Hay, al parecer, la deliberada intención del ex alcalde Paraíseño de abonar a la división y a la ruptura de Morena en Paraíso para que gane el PRD nuevamente, partido en el que militó y donde aún conserva amigos como el senador Juan Manuel Fócil Pérez.
En Paraíso, lejos de los apasionamientos y de los aspirantes que sí tienen toda la autoridad moral y el respaldo de la militancia, la dirigencia nacional y estatal de Morena están obligados moral y políticamente a refrendar su compromiso que de sus procesos de selección sigan saliendo los más competitivos, como ocurrió con Claudia Sheinbaum y Javier May Rodríguez, sin duda desde ahora triunfadores de la próxima elección presidencial y estatal.
Arriesgar la unidad, pero sobre todo el triunfo en Paraíso, por un desacreditado Bernardo Barradas que ha dejado al descubierto sus intenciones, resulta impensable en aras de que la selección de los candidatos de Paraíso y el resto de los municipios sea ejemplar, con los mejores cuadros que deben, de facto, sumarse al llamado que les hizo su precandidato al gobierno para ir uno solo a la victoria, anteponiendo los intereses del partido.
A tiempo, la militancia y dirigentes de Morena están de frenar la intentona de Bernardo Barradas y sus huestes que pretenden, sin lograrlo, dejar mal parado al precandidato al gobierno de Tabasco.