La TV Mexiquense al desperdicio
Triques
Una de las peticiones generalizadas de los mexiquenses que debería ser de las primeras disposiciones de gobierno de la maestra Delfina Gómez, seguramente será cambiar la programación del Canal Mexiquense, elaborado con una mentalidad del pasado y una gran tendencia al culto a la personalidad y sin idea ni responsabilidad de lo que es un canal de televisión de gobierno.
El Estado de México tiene un sinnúmero de actividades, lugares, comidas, paisajes, convivencias que ofrecer al visitante tanto del propio estado como a nivel nacional y extranjero, pero los directivos de este canal y sus medios adherentes, limitan la riqueza de la entidad como si tuviera una extensión de 100 metros cuadrados.
Cualquiera que se asome por este canal de televisión podrá darse cuenta que lo que menos puede encontrarse es cultura, ciencia, educación o, por lo menos actos oficiales. Hay programas de cantantes, de chamanas, adivinas, recetas, de apariciones de fantasmas, de lo que era la televisión comercial hace medio siglo.
La estructura de Radio y Televisión Mexiquense es un híbrido de contenidos que carece no sólo de interés sino de congruencia. Podemos ver en el canal del gobierno del estado de México, una de las entidades más pobladas del país, un programa llamado “Historias del más allá”.
Los gobiernos priistas han gastado una fortuna en su afán de ponderar las ventajas de sus gobiernos y lo han hecho tan mal que la mayoría de los habitantes de ese lugar ni siquiera recurren a esos medios ni para divertirse y mucho menos para informarse. La información la tienen concesionada a El Sol de Toluca, y la tendenciosa información del grupo OEM, se mimetiza con la tarea del gobierno de informar con identidad y nacionalismo. Recordemos que ese grupo de periódicos tiene convenios muy profundos con la Conferencia del Episcopado Mexicano, de tal suerte que cada domingo encarta en sus periódicos el semanario Desde la fe, lo cual contradice la intención original de una información objetiva, seria y veraz.
Desde afuera se ve que una auditoría a ese elefante blanco arrojaría muchos años de cárcel para sus manejadores, cómplices y beneficiarios. En la pandemia el gobierno del Estado de México, como muchos de los poderes conservadores asociados a los medios de información convencionales, aprovecho para ampliar sus redes informativas, que convirtió en manipulación, así se crea en agosto de 2020 la Agencia Mexiquense de Noticias, que se presenta como la primera agencia noticiosa a niel nacional, en transmitirse en televisión abierta con el objetivo de llevar noticias de cobertura local, regional y estatal, “así como informar sobre los acontecimientos más importantes a nivel nacional e internacional”, todo esto a través de la Televisión Mexiquense.
Con una aparente modernidad de dividir la nómina en mitad hombres y mitad mujeres, como un barniz de desarrollo, la Agencia de Noticias sólo ha mostrado parcialidad en la información y vacuidad en los contenidos culturales, así como un despliegue populachero de los que debía ser mantener un contacto permanente entre las diferentes comunidades de la entidad, que no son pocas.
Desde la perspectiva del canal mexiquense la entidad pareciera un mundo feliz, donde todo está no bien, sino perfecto. Para la información difundida a través de ese canal no hay asaltos al transporte público, ni feminicidios, ni pobreza, ni corrupción, ni violencia.
Las noticias políticas se ven desde la perspectiva priista como si se tratara de un canal del partido y no de un gobierno que debe responder a todos y cada uno de los habitantes. Se trata de un espacio mediático que nadie ve y que gasta millones diariamente para justificar presupuestos y fortalecer egos.
A través del Canal 34.2 del Sistema de Radio y Televisión Mexiquense, AMX Noticias conforma una nueva barra programática, con 12 producciones informativas diarias, de las cuales ocho están encabezadas por mujeres, con lo que se da un enfoque de género al periodismo y la comunicación.
