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Niños sin infancia explotados en las calles de Villahermosa

Niños sin infancia explotados en las calles de Villahermosa

Homero T. Calderon T. Calderon
Niños sin infancia explotados en las calles de Villahermosa

En cada esquina grande de Villahermosa, viven veinte horas de su vidas una cantidad indeterminada de niños de tres a diez años de edad. En las sombras de los monumentos públicos de esas esquinas, sus padres algunas veces; su parientes o explotadores, los aconsejan como pedir dinero a los automovilistas. Es un negocio de adultos donde los niños son el artículo a vender.

Un bebé hace escenas de circo subiéndose, o tratando de subir a la espalda de otro niño más grande que trata de subirlo a su espalda. Muchas veces ese niño aparentemente fuerte, no tiene fuerza para cargarlos y el dinero no fluye en el niño cirquero porque su compañerito no tiene fuerza para cargarlo. NO se ve que las fuerzas de mi amiga Yolanda Osuna Huerta, la presidenta municipal estén supervisando esa anomalía para que eso niños tengn protección de alguna entidad pública. Debiera habar una oficina que debieera darle mínimo, un desayuno de tipo escolar, para que sus estómagos tengan algo que los haga fuertes para hacer su trbajo de “cirqueros”..

Falla ahí el municipio y mi amiga la presidenta municipal . Los niños no comen, ni se si alguien los baña, son niños prácticamentr abandonados y explotados por su pandilla sde parientes.

Debier haber un INSTITUTO PARA NIÑOS POBRES SIN COMER A LOS Que sus pandilleros o padres alimentan con un bolillo y “Coca cola” Villahermosa recibe niños de este jaez de Chiapas y oros estados d ela república. ¿Cuándo tendremos control de estos? Doña Yolanda debiera informarnos Ese Instituto al que me refiero debiera poseer baños y sanitarios para que esos niños aseados, asistieran luego a sus escuelas para terminar de aprender.

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Y a su pandilleros padres o parientes explotadores, ya debiera habérseles hecho una revisión mental para que ya no tengsn en la calle a niños tan débiles ganándose la vida como “ciqueritos” que tratan de ganarse la comida haciendo suertes de malabaristas, para automovilistas sin sensibilidad ni amor por los niños. Ojalá que doña Yolanda reaccione ante esta injusticia social, donde los niños, como siempre, están siendo explotados por una mafia de adultos…

Homero T. Calderon T. Calderon


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