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La militarización de la obra pública en México

La militarización de la obra pública en México

La militarización de la obra pública en México

Las fuerzas armadas de México se han convertido en el gran constructor de las obras insignias del presidente Andrés Manuel López Obrador: el nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), las más de 2,700 sucursales del Banco Bienestar, el Aeropuerto de Tulum y/o el Tren Maya, son algunas; ahora AMLO dio una nueva asignación al entregar el control del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec a la Secretaría de Marina (SEMAR), quien administrará todos los contratos referentes a este proyecto que contempla entre otras cosas la rehabilitación de 787 kilómetros de vía férrea y el acondicionamiento de 613 puentes, que en un primer intento no fueron adjudicadas por licitación restringida.

Y no solo la obra pública ha sido delegada a las fuerzas castrenses, también servicios como la movilización de medicamentos o vacunas, la vigilancia de terminales aéreas, portuarias y aduanas, el traslado terrestre de combustible y combate al ‘huachicoleo’ en Pemex y hasta la recolección del sargazo en costas de Quintana Roo.

La participación de los elementos de la Secretaria de la Defensa Nacional (SEDENA) y de la Secretaría de Marina (SEMAR) en la obra pública y servicios del gobierno federal, extrañamente contrasta con el discurso de campaña de AMLO, quien había señalado al Ejército por abusos a los derechos humanos y por estar desplegado en las calles para tareas de seguridad pública.

Hoy, los uniformados no solo se han ganado el respeto del mandatario tabasqueño, sino la total confianza para depositar las obras más emblemáticas de su sexenio, aun cuando todo pareciera tener todo en contra como es el factor tiempo.

Por ejemplo, dentro de las obras insignia donde la SEDENA ha tenido participación, por su importancia para consolidar la Cuarta Transformación (4T) emprendida por el mandatario, desde el primer día de su gestión.
Una de ellas, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), un proyecto que ya fue concluido y que surgió como respuesta a lo que AMLO llamo un monumento al desfalco y a la corrupción: el fallido Aeropuerto de Texcoco, que no se pudo concretar en el sexenio de Peña Nieto.

En respuesta, el AIFA, que se ubica en la Base Aérea No. 1 de Santa Lucía, en Zumpango, Estado de México, fue construido en tiempo récord por militares, pese a los diversos obstáculos jurídicos promovidos por diversas organizaciones sociales para evitar su construcción, lo mismo que pasa ahora con el Tren Maya.

La edificación de este complejo aeroportuario, ideado para desahogar el congestionado Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), contó con presupuesto de 75 mil millones de pesos y fue inaugurado el pasado 21 de marzo. Su edificación se dio en menos de dos años y medio.

La administración de la terminal aérea, también quedó en manos del Ejército a través de la razón social Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles S.A. de C.V., donde SEDENA y Banjército tienen la totalidad de las acciones de esta firma, con lo que se evitaría que más adelante el inmueble se privatice, pues según AMLO, las ganancias que se obtengan serán destinadas a pagar las pensiones del personal militar.

Tras concluir, el inmueble del AIFA, los elementos del Ejercito ya se encuentran trabajando sobre los proyectos aeroportuarios de Tulum, en Quintanas Roo, y Palenque, Chiapas, donde aún no se ha destinado un monto determinado para su construcción y remodelación, respectivamente, y que servirán de enlace al Tren Maya, que recorrerá 1,500 kilómetros dentro de los estados de Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.

Los tramos más extensos del Tren Maya, concretamente el 5, de 121 kilómetros entre Cancún y Tulum, en Quintana Roo, también están a cargo del Ejército mexicano de la mano del general Ricardo Vallejo, responsable de la construcción del AIFA, quien señaló a su arribo el destino turístico que “la misión era concluir la obra en el plazo fijado por el presidente en diciembre de 2023”; sin embargo, jueces sigue emitiendo amparos que frenan el desarrollo del proyecto ferroviario.

Para este 2022, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) tendrá la operación de 62,942 millones de pesos para este proyecto.

Otra de las obras encomendadas al Ejército mexicano es la edificación del Banco del Bienestar, como parte de la política de bancarización de las zonas más marginadas del país y un eje fundamental para la dispersión de al menos 300 mil millones de pesos en los programas sociales del gobierno: pensiones a adultos mayores y personas con discapacidad, así como becas para estudiantes y apoyos en Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro.

El año 2021, el Banco del Bienestar invirtió en la construcción y el equipamiento de 1,751 sucursales bancarias alrededor de 3,437 millones de pesos.

En la única obra emblemática de la 4T, donde el Ejército no tuvo participación fue en la construcción de la nueva Refinería Olmeca, en Dos Bocas Paraíso, Tabasco, que por su alta especialización corrió a cargo de la Secretaría de Energía a través de empresas privadas.

La diferencia entre SEDENA y SEMAR, es que la primera no solo administra sino que también ejecuta la obra, mientras SEMAR, licita las obras a su cargo.

Dos nuevos proyectos a SEDENA

En febrero pasado, el mandatario también anunció dos misiones más al Ejército en materia de infraestructura en el país: un libramiento ferroviario para que el tren de carga no pase por el centro de la ciudad de Nogales, en Sonora; y el otro, la reubicación de la aduana que impacta en ambos lados de la frontera.

Pese a que aún no existen un proyecto Ejecutivo, se estima que la inversión para estas obras ronda en los 5 mil 500 millones de pesos.

SEMAR deja en suspenso obras del Corredor  Interoceánico

El pasado mes de marzo, Andrés Manuel López Obrador, entregó a la Secretaría de Marina (SEMAR) la administración del proyecto del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) que conectará al Golfo de México con el océano Pacífico, que entre que contempla la rehabilitación de 787 kilómetros de vía férrea y el acondicionamiento de 613 puentes y cuyas licitaciones restringidas fueron lanzadas el pasado mes de abril.

Fallos desiertos

El pasado 27 de mayo, la Secretaria de Marina (Semar) declaró desiertos los cuatro concursos para contratar las obras para rehabilitar 459 kilómetros de vías férreas, doce estaciones y 526 puentes de la Línea K, que corre de Ixtepec, Oaxaca, a Ciudad Hidalgo, Chiapas.

Igualmente, fueron declarados desiertos los concursos para la línea FA o ruta del Mayab, que recorre 328 kilómetros de Coatzacoalcos a Palenque, Chiapas, donde también se requiere acondicionar 87 puentes y nueve estaciones.

En los cuatro casos, SEMAR considerado que los precios ofertados por las empresas invitadas excedían el presupuesto asignado.

De las veinte ofertas que recibió para los cuatro contratos, Semar descalificó doce por deficiencias técnicas. Las ocho ofertas solventes técnicamente, en tanto, fueron juzgadas demasiado caras. De haber sido asignadas las cuatro más bajas, el total con IVA incluido hubiera sido de 52 mil 936 millones de pesos.

Para la invitación IO-013411986-E3-2022 para rehabilitación integral de 328 kilómetros de vía férrea línea “FA”, del “Tramo Coatzacoalcos (PK FA-0) a Palenque (PK FA 328) y su derecho de vía las propuestas presentadas fueron las siguientes: Constructora y Pavimentadora VISE, SA de CV, de Santiago José Villanueva Martínez, que en participación conjunta con la constructora española S.A. de Obras y Servicios COPASA, que preside José Luis Suárez Gutiérrez y dirige José Luis Saravia Centeno, presentó una oferta de $9,951’919,836.22 pesos.

La oferta más baja es la presentada por el consorcio que encabeza Mota Engil México, junto con Nexumrail SA de CV, de Iván Alejandro Lanzarín Roldán, que ofertaron $8,470’863,212.38 pesos; GAMI Ingeniería e Instalaciones, de manera conjunta con Construcciones URALES (filial en México de la española AZVI) y Regiomontana de Construcción y Servicios, de Humberto Armenta González, con $9,347’580,118.98 pesos; ICA Constructora y su filial ICA Constructora de Infraestructura, presentaron un presupuesto de $9,761’821,138.99 pesos.

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La oferta más cara fue la presentada por Grupo México Transportes-Ferrosur SAB de CV, de Germán Larrea Mota Velasco, que para realizar los trabajos solicitó $11,081’203,516.42 pesos. Por su parte, la invitación IO-013411986-E4-2022 que consiste en el desarrollo del Proyecto Integral para la rehabilitación de 459 kilómetros de vía férrea “K” del tramo Ixtepec – Cd. Hidalgo y su derecho de vía, cinco consorcios ofertaron por las obras: VISE/S.A. de Obras y Servicios COPASA, que ofertaron por los trabajos $14,885’114,303.82 pesos, es la más baja de todas las que se recibieron; Mota Engil México/Nexumrail, se volaron en la oferta y se fueron hasta los $18,914’352,027.27 pesos; ICA Constructora/ICA Constructora de Infraestructura, $17,070’296,380.08 pesos; GAMI Ingeniería e Instalaciones/Construcciones URALES/Regiomontana de Construcción y Servicios, $16,446’916,291.45 pesos.

Para esta licitación, Grupo México Transportes-Ferrosur ofertó a través de su filial México Compañía Constructora SA de CV, que de manera conjunta con Impulsora Tlaxcalteca de Industrias SA de CV, ofertó $16,446’916,291.45 pesos.

La militarización de la obra pública en México

Puentes igual quedan en veremos

Por otro lado, la invitación IO-013411986-E1-2022 para el acondicionamiento de 526 puentes del tramo Ixtepec- Cd. Hidalgo km 0+000 al km-459+000 de la línea “K”, las ofertas presentadas en orden de la más baja a la más alta son:

GAMI Ingeniería e Instalaciones SA de CV ofertó de manera conjunta con Construcciones URALES (filial en México de la española AZVI) y Regiomontana de Construcción y Servicios solo $6,930,186,316.09 pesos.

Le sigue Construcciones Aldesem, filial del conglomerado español del Grupo Aldesa, que conjuntamente con Grupo Industrial Rubio, fundada por el desaparecido empresario tabasqueño Ignacio Rubio Ruiz y que hoy dirige José Ignacio Rubio Hidalgo, viejos conocidos de la familia López Obrador, que conjuntamente ofertaron por los trabajos $8,473,378,630.55 pesos.

Otras ofertas: Mota Engil México, subió la oferta hasta los $15,501,988,020.89 pesos; ICA Constructora y su filial ICA Constructora de Infraestructura, $15,693,331,061.09 pesos; por último, VISE y la española S.A. de Obras y Servicios COPASA, que ofertaron por los trabajos $15,814,286,193.26 pesos. Para la otra invitación restringida, la IO-013411986-E2-2022 para el acondicionamiento de 87 puentes del tramo Coatzacoalcos- Palenque km 0+000 al km-328+800 de la línea “FA”, las ofertas fueron las siguientes:

Grupo Aldesa y Grupo Industrial Rubio, $1,674,399,353.61 pesos; ICA Constructora y su filial ICA Constructora de Infraestructura, $2,971,501,885.28 pesos; Mota Engil México/NEXUMRAIL, $4,594,662,371.69 pesos; VISE y S.A. de Obras y Servicios COPASA, $5,494,309,613.60 pesos; y la más cara fue la de GAMI Ingeniería e Instalaciones/Construcciones URALES/Regiomontana de Construcción y Servicios, $5,500,944,560.94 pesos.

Ahora, para optimizar tiempo Semar negociaría adjudicaciones directas con las mismas constructoras, buscando que rebajen sus precios, de lo contrario si convoca a una nueva invitación a varios participantes, el proceso de adjudicación podría tardar hasta dos meses hasta tener un resultado.

SEMAR busca terminar estas obras en veinte meses, es decir, hacia enero de 2024, lo que no es fácil si se considera que la rehabilitación de 200 kilómetros de vías de Coatzacoalcos a Salina Cruz, asignadas en febrero de 2020 y valuadas en solo tres mil millones de pesos, tenían avance de 58 por ciento al cierre de marzo de 2022.

magaly

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