El olor a romero mejora la memoria según nuevos descubrimientos científicos


La Chispa trae una noticia increíble: El olor a romero mejora la memoria según nuevos estudios científicos. Desde la antigüedad, esta planta ha sido un símbolo de concentración y claridad mental. Los estudiantes griegos se colocaban coronas de romero antes de los exámenes, y ahora la ciencia respalda esta práctica. Un estudio en Therapeutic Advances in Psychopharmacology reveló que el componente activo del romero, el 1,8-cineol, tiene un impacto directo sobre la función cognitiva.
El olor a romero mejora la memoria: ¿Mito o realidad?
Investigadores demostraron que al exponer a voluntarios al aroma del romero, su velocidad y precisión mental aumentaban notablemente. Este efecto se atribuye al 1,8-cineol, un terpeno que atraviesa la barrera hematoencefálica y actúa sobre enzimas como la acetilcolinesterasa, mejorando la memoria, la atención y el aprendizaje.
Además, el olor a romero mejora la memoria al potenciar la comunicación entre neuronas, permitiendo un procesamiento más eficiente de la información. También se observó una influencia leve en el estado de ánimo, mostrando cómo el romero podría tener efectos neuroquímicos múltiples.
Cómo actúa el romero en el cerebro humano
El aceite esencial de romero contiene varios compuestos como el ácido rosmarínico y el ácido ursólico. Aunque el 1,8-cineol es el protagonista, estos también podrían contribuir a sus propiedades beneficiosas. Sin embargo, expertos advierten que, pese a sus beneficios, aún no debe considerarse un suplemento cognitivo formal.
Usos prácticos y precauciones
Usar difusores con aceite esencial o colocar una ramita fresca cerca del espacio de estudio puede ser útil. No obstante, se recomienda moderación, ya que el exceso puede generar molestias en personas sensibles.
La evidencia científica comienza a confirmar lo que la sabiduría ancestral intuía: el romero tiene un efecto positivo sobre la mente. Su uso aromático puede ser un complemento útil en ambientes de estudio o trabajo. A medida que se profundicen las investigaciones, podríamos estar ante una herramienta natural para potenciar nuestras capacidades mentales sin efectos secundarios graves. La clave está en la moderación y en seguir los avances de la ciencia con mente abierta.