Tabasco: Curar heridas crónicas
Por Rodulfo Reyes
Al margen de que tenga bien sujetada la Quinta Grijalva para los comicios a realizarse dentro de cinco meses, Javier May Rodríguez, representante de Morena, enfrenta dos enormes retos que lo mantienen ocupado: 1) Pegar con pasión de orfebre los pedazos de Tabasco separados en jirones en el gobierno que está por terminar, y 2) devolverle la confianza a la población de que nunca más volverá a ser olvidada por sus autoridades.
Durante las semanas que recorrió el estado al participar en el proceso para elegir al coordinador de la transformación –recoveco para disfrazar la candidatura a gobernador–, el ex director de Fonatur reconoció de cuerpo presente el abandono que sienten los tabasqueños.
El 5 de diciembre pasado, unos días antes de inaugurararse el Tren Maya, May aseguró que con la 4T “nunca más el sureste (estará) en el abandono ni Tabasco en el olvido”.
La alusión al “olvido” en que se encuentran sus paisanos la hizo en el ejido Sueños de oro, de Tenosique, a donde ningún otro aspirante a un cargo de elección ha llegado después de Andrés Manuel López Obrador.
Allí habló de “fortalecer la unidad” para defender “con mucha fuerza” la transformación.
En los puntos que ha recorrido no se conoce a los funcionarios empezando por el gobernador interino Carlos Manuel Merino Campos, que concentra sus actividades (las pocas que tiene) en la capital del estado.
Olvido y abandono oficial a secas que consta en el seno del movimiento lopezobradorista.
La reconciliación también es una materia reprobada. La tierra del Presidente ha sido despedazada por dos bandos, cuyas cabezas no han optado por entenderse. Y la mejor prueba es que Adán Augusto López Hernández, después de la vergüenza del cuarto lugar en la encuesta que ganó sin esfuerzo hasta en Tabasco Claudia Sheinbaum, no le ha manifestado su respaldo en público al virtual candidato a la gubernatura.
Se sabe que el aún gobernador con licencia reside en la Ciudad de México, aunque unos lo ubican en España y otros más en Francia; pero el lugar donde realmente pernocta solo lo conocen el diputado Jaime Lastra Bastar, líder del Congreso local; el titular del poder Judicial, Enrique Priego Oropeza, y el ex secretario de Administración, Carlos Iñiguez Rosique, su tesorero.
Contra esa inacción interesada batallan May y el partido del Presidente. Por eso la opinión pública ya perdió capacidad de asombro al enterarse con quiénes se ha estado reuniendo el de Comalcalco.
En aras de esa reconciliación es que la hermana de Adán López, Rosalinda, será candidata al Senado, en una jugada que dejó al movimiento sin la pieza fundamental que es José Ramiro López Obrador.
En ese escenario de unidad se nombró al diputado federal Mario Llergo como “representante personal” (sic) de Sheinbaum en Tamaulipas, pero la inclusión no se tomó en el bando adancista como una señal de paz interna, sino como la conquista de “nuevos bríos” del jefe de la camarilla que sigue ausente del edén.
Aunque hay quien dice que Llergo y su camarada Manuel Rodríguez González, que fue enviado a Oaxaca, buscaron ellos mismos el modesto espacio, pues su otrora padrino no les contesta ni los buenos días.
Panistas, priístas, perredistas y hasta pvemistas han pasado por la oficina de May, inmerso en la tarea de que Tabasco llegue al domingo 2 de junio con los mejores pronósticos de sanación para la purulenta herida social cuya costra mantiene viva Adán López, quien –dicen sus allegados– se regodea desde su escondite con la tesis que lo responsabiliza de todo lo que acontece en Tabasco.
Y eso, que lo acusen de todo lo malo, debe hacerlo sentir grande.
Para su información…
Establecido que la alcaldesa de Centro, Yolanda Osuna Huerta, mantiene una muy alta aprobación ciudadana, de acuerdo con mediciones de encuestadoras acreditadas como Massive Caller y Consulta Mitosfky, lo cual la convierte en la mejor de carta de Morena para conservar el palacio municipal, hay que ver en dónde radica el éxito de su administración; el pilar, se afirma, ha sido el equipo de la ex secretaria de Cultura. Su director de Finanzas, Fernando Calzada Falcón, por citar el caso más representativo, es un economista egresado de la UNAM con mención honorífica y con un postgrado que le valió la medalla Gabino Barreda, y que cuenta con diplomados en política presupuestal y en finanzas públicas locales. Como prueba de esa capacidad académica, Calzada fue secretario de Finanzas en tres administraciones estatales, lo que es una marca que solo se compara con la que posee el secretario de Seguridad Ciudadana de Yucatán, Luis Felipe Saiden Ojeda, quien ha trabajado para cuatro gobiernos estatales de distintas filiaciones. Osuna, pues, tiene un tándem que le ha enderezado el rumbo a los ingresos y a los egresos