La guerra sucia
Por: Jesús Torres
La lucha por el poder al interior de Morena tuvo un efecto dominó que llegó hasta Tabasco tras revelarse oscuros negocios en el gobierno de la 4T que involucran a uno de los hijos de López Obrador.
El escándalo por la filtración de 40 audios a ‘Latinus’, que ponen al descubierto cómo se han enriquecido personajes allegados a Andy López Beltrán, hijo de AMLO sirvió para pretender descarrilar a uno de los aspirantes morenista que disputa la candidatura por Centro.
Se trata de Daniel Casasús, ex titular de Bienestar en Tabasco, de quien se ha dicho, por la amistad que mantiene con el hijo en cuestión del inquilino de Palacio Nacional, podría ser el próximo presidente municipal donde se ubica la capital tabasqueña.
Aunque Casasús no ha negado su relación con Andy López Beltrán, la cual data desde que eran estudiantes, también es cierto que en su encuentro con militantes y simpatizantes de Morena las preferencias electorales hacia sus aspiraciones han crecido exponencialmente.
De acuerdo con encuestas internas, y en víspera que el partido guinda realice las pruebas demoscópicas, Daniel Casasús ya se ubica muy cerca de los primeros lugares, en una con Jorge Bracamontes a la cabeza y en otra con la alcaldesa, Yolanda Osuna.
Apenas el fin de semana su equipo de trabajo reportó que gentes extrañas empezaron a retirar sus lonas en algunas colonias de Villahermosa a fin de afectarlo antes de que se realicen los sondeos.
Daniel Casasús no es el único al que, al interior de Morena, se le ha buscado perjudicar políticamente, también al precandidato a la gubernatura, Javier May Rodríguez el adancismo lo ha puesto a prueba.
Sobre todo por las condiciones en que pretenden dejarle el estado previo a las elecciones de 2024.
Máxime que el saldo que deja la administración del gobernador interino, Carlos Manuel Merino ha sido el peor de los últimos años teniendo el estado un presidente tabasqueño.
Así, lo que se espera de entrada será una creciente irritación social por los altos costos de energía eléctrica, el retraso en los pagos de prestaciones a la burocracia de fin de año y el anuncio del taxímetro que será el más caro en el transporte público, más los que se sumen.
Con la herencia adancista, el próximo año, sin duda, no será un día de campo para Morena y sus abanderados.