Impunidad y traición
Por: Erwin Macario
Hace 5 años, el jueves 11 de abril de 2019, con la muerte, por infarto, del secretario de Finanzas de Arturo Núñez Jiménez, Amet Ramos Traconis, se frenó investigar al ex mandatario perredista.
El Congreso local, salvó su responsabilidad histórica al reprobar la cuenta pública del 2018, quedando “pendiente de solventar” 4 mil 392 millones 138 mil 904 pesos.
Los legisladores también reprobaron cuentas al Poder Judicial —a éste, sí lo andan enjuiciando— y a varios alcaldes, en especial a Evaristo Hernández Cruz, que hoy encabeza la traición contra el candidato de Morena a gobernador Javier May Rodríguez.
La cuenta del último año del primer gobernador que le salió puque a López Obrador, sólo la aprobaron los diputados Agustín Silva y Ricardo Fitz. La diputada Dolores Gutiérrez, que con los otros dos había sido funcionaria nuñista, se abstuvo de votar.
El acta de defunción de Amet, expedida en la alcaldía Cuauhtémoc, a cargo de Néstor Núñez López, hijo de ANJ, funcionó.
La presencia, como esquirol, de Evaristo Hernández Cruz en la campaña de Javier May, nos remontó al pasado de corrupción impune.
El ex alcalde —que siendo priista fue a vender su traición partidista a AMLO, hasta Oaxaca—, vuelve a las andadas a pesar de que JMR lo designó como coordinador de Vínculo con Organizaciones Sociales y Sindicalesen su campaña a gobernador.
Evaristo es la cabeza de playa de quienes defienden el voto cruzado contra Javier May, que tiene en el PVEM y el PT a los judas, pues mientras buscan salvar sus registros al ir en alianza con el candidato a la gubernatura, le meten zancadilla en candidaturas a alcaldías y diputaciones locales.
En este espacio periodístico se ha venido señalando y vale la pena insistir: en el municipio de Centro, con una supuesta fuerza electoral de 30 mil votantes, Evaristo y su socio en el Ayuntamiento, Humberto de los Santos Bertruy, buscan el voto cruzado contra May y la candidata de Morena, Yolanda Osuna Huerta.
Ni Evaristo ni el candidato del PVEM a la alcaldía de Centro, tienen fuerza para cambiar la historia, pero meten ruido al proceso. Y lo de la impunidad y el fuero queda pendiente. Amet fue un exceso.