Merino, en el sótano
Por: Jesús Torres
El gobernador interino de Tabasco, Carlos Manuel Merino Campos fue uno de los peor evaluados en su gestión casi al cierre de este año, ademas de salir reprobado en seguridad.
De acuerdo con Massive Caller, en su mas reciente encuesta que mide la aprobación de los 32 gobernadores de la república méxicana, Merino Campos aparece en el lugar 29.
De noviembre que obtuvo un 39.2% cayó a un 37.5% respectivamente situándose sólo por arriba de los mandatarios de Chiapas, Zacatecas y Morelos.
En el top de los 10 gobernadores mejor evaluados se encuentran Aguascalientes, Yucatán, Baja California, Chihuahua, Querétaro, Coahuila, Guanajuato, Nuevo León, Jalisco y Michoacán. En ese orden.
De esa decena de mandatarios, sólo dos pertencen a Morena, Marina del Pilar Avila de Baja California y Alfredo Ramírez, de Michoacán.
El resto, cuatro son del PAN, uno del PRI, dos de MC y una de la alianza PRI,PAN, PRD, que gobierna Aguascaliente en la persona de Tere Jimenénez quien alcanzó el 69.5% de calificación, logrando el mejor desempeño en el ranking nacional.
En materia de seguridad, en la evaluación que se hizo de los gobiernos por entidades federativas, en el caso de Tabasco aumentó la percepción de inseguridad.
De un 30.0% que tenía el gobierno de Carlos Merino en noviembre se incrementó a un 42.8% casi al cierre de 2023.
En este rubro los estados mejor evaluados fueron Yucatán, Coahuila, Baja California Sur, Durango, Nayarit, Chihuahua, Querétaro, Baja California, Oaxaca y Aguascalientes.
El estado más seguro, de acuerdo con el ranking nacional es el gobernado por el panista, Mauricio Vila en Yucatán.
No debería extrañar el lugar en que se encuentra Tabasco a nivel nacional dada la ineficacia e ineficiencia que ha demostrado el llamado ‘capitán’ Merino durante su interinato al frente de la administración pública estatal.
Lo sorprendente sería que el estado, la tierra y agua donde nació López Obrador, se encontrara en el top de los diez mejores en el país en materia de desarrollo, salud, educación, seguridad, combate a la corrupción y la impunidad, sólo por citar algunos.
Acá pues, todavía está muy lejos la llamada cuarta transformación.
