Las princesas Beatriz y Eugenia, en el ojo del huracán tras la renuncia del príncipe Andrés
Han pasado quince días desde que el príncipe Andrés, ahora exduque de York, decidió renunciar de manera definitiva a todos sus títulos y a la vida pública. La decisión se tomó luego de una reunión privada con el rey Carlos III y miembros cercanos de la familia Windsor. En un comunicado, Andrés afirmó que su prioridad siempre ha sido su familia y su país, consolidando así un retiro que ya había iniciado hace cinco años.
Princesas Beatriz y Eugenia en el ojo del huracán
Lejos de calmar la controversia, la renuncia de su padre ha generado nuevos rumores, esta vez centrados en sus hijas, las princesas Beatriz y Eugenia de York. Ambas, que habían logrado equilibrar su vida profesional con sus compromisos reales, se han visto involuntariamente arrastradas al centro de la atención mediática.
Durante los últimos años, las princesas asumieron responsabilidades oficiales cuando el rey Carlos III y la princesa de Gales, Kate Middleton, enfrentaron problemas de salud, ganándose el reconocimiento del público británico. Sin embargo, tras la salida definitiva de Andrés, su estrategia ha sido mantenerse en silencio y fuera del foco mediático.
Rumores sobre la intervención del príncipe Guillermo
Recientes publicaciones en tabloides británicos aseguran que el príncipe Guillermo se reunió en secreto con sus primas para intentar persuadir a su padre de abandonar Royal Lodge, su residencia desde 2008. Algunas versiones incluso sugieren que Guillermo habría insinuado posibles consecuencias sobre sus títulos si no colaboraban.

Russell Myers, experto en realeza, advierte cautela ante estos rumores: “Es evidente que al príncipe Guillermo le interesa que Andrés deje de acaparar titulares, pero su rol es solo de asesor. Ni él ni las princesas buscan involucrarse directamente en este conflicto”.
Estrategia de perfil bajo
En los últimos días, Beatriz y Eugenia han reducido al mínimo sus apariciones públicas. Ambas cancelaron su participación en el Baile inaugural del Museo Británico, un gesto interpretado por la prensa como una medida de prudencia. Beatriz fue vista entrando en Royal Lodge con semblante serio, mientras Eugenia permanece fuera del ojo público.
Richard Fitzwilliams, especialista en la familia real, explica que el objetivo de las princesas es mantener la imagen ante la opinión pública: “Beatriz y Eugenia deben conservar apoyo popular. Son jóvenes, felices en sus matrimonios, con carreras y compromisos benéficos, pero su vínculo con la familia real sigue siendo delicado. La reunión de Navidad en Sandringham será una prueba clave, ya que su presencia o ausencia podría interpretarse políticamente”.
Por ahora, las princesas parecen decididas a mantener la discreción. No hacen declaraciones, evitan la prensa y confían en que el tiempo y el protocolo sean sus aliados. Su estrategia es clara: resistir la tormenta mediática con elegancia y prudencia.
