Convierten desechos en prótesis inteligentes, los “Iron-Man” de Kenia


La Chispa trae noticias impactantes del mundo de la ciencia y la tecnología: en Kenia, dos jóvenes convierten desechos en prótesis inteligentes, demostrando que la innovación no siempre necesita grandes laboratorios, sino mentes creativas y decididas.
Moses Kiuna y David Gathu, dos primos kenianos, desarrollaron una prótesis biónica usando basura electrónica. Inspirados por un accidente ocurrido en su vecindario, su objetivo es claro: ofrecer tecnología accesible a quienes más lo necesitan.
Reciclaje tecnológico: el corazón de la innovación
Lo que comenzó como una simple curiosidad, hoy es un fenómeno que convierten desechos en prótesis inteligentes usando tecnología que interpreta impulsos cerebrales. Con partes de auriculares y motores reciclados, estos inventores diseñaron un brazo biónico que responde en tiempo real.
Además de representar un hito tecnológico, esta invención tiene un potente impacto social. Solo 1 de cada 10 personas que necesita una prótesis puede acceder a ella, según la OMS. Por eso, su enfoque basado en materiales reutilizados es una verdadera revolución.
Cómo funciona su brazo biónico
Su prótesis capta señales cerebrales con un receptor de auriculares, las convierte en energía eléctrica y las transmite al brazo mediante ondas. Este proceso ocurre en menos de dos segundos, ofreciendo una respuesta casi inmediata.
Su taller improvisado en Nairobi, al lado de la casa de su abuela, es un centro de investigación autodidacta donde también fabricaron un generador ecológico y un esterilizador con rayos infrarrojos. La frase clave exacta inteligencia tecnológica sostenible se ve reflejada en cada una de sus invenciones.
Más que inventores: educadores del futuro
El impacto de estos jóvenes ha llegado a las aulas. Mukuria Mwangi, fundador de Jasiri Mugumo, los invita a inspirar a nuevas generaciones. Para él, Kiuna y Gathu encarnan el potencial africano de crear soluciones reales con lo que hay a mano.
Desafíos de la innovación desde el margen
Aunque sus ideas han demostrado ser viables, enfrentan un obstáculo clave: la falta de financiamiento. Muchos prototipos siguen almacenados por no contar con el apoyo institucional necesario. Esto evidencia que el desarrollo no depende solo de talento, sino de inversión.
Una historia que transforma mentes y realidades
Gathu y Kiuna, sin títulos universitarios, aprendieron de libros, médicos y observación directa. En su entorno hecho de láminas metálicas, ya crearon más de una docena de dispositivos. Su historia es también un ejemplo de reciclaje con propósito social.