Con cartulinas y calor, madres toman el puente Grijalva III
En medio del calor abrazador del mediodía y el bullicio del tráfico detenido, decenas de madres de familia se plantaron con firmeza sobre el Puente Grijalva III. Las cartulinas fosforescentes ondeaban como banderas de resistencia, con mensajes escritos a mano que decían más que cualquier discurso: “¡Queremos una escuela digna!”, “Sin luz no hay regreso a clases”, “Los niños faltan porque no hay luz”.
La protesta comenzó con el cierre de las escuelas primarias ‘Aquiles Serdán’ e ‘Isaías De Dios Veites’, ubicadas en la colonia Gaviotas Norte, pero rápidamente se extendió hasta el malecón Leandro Rovirosa Wade y terminó por bloquear la conexión con la avenida Paseo Tabasco. ¿La razón? Tres largos meses sin energía eléctrica ni agua potable, que afectan a 650 estudiantes de ambos turnos escolares.
Madres toman el puente Grijalva III y exigen un transformador para la escuela
Las madres no solo alzaron la voz, también sus corazones. Guadalupe Murillo Campos, presidenta de la Asociación de Padres de Familia del turno matutino, encabezó la exigencia con una solicitud clara: la instalación urgente de un transformador exclusivo para la escuela y la desconexión de la red comunitaria que, hasta ahora, no ha garantizado ni lo mínimo.
“Es inhumano tener a los niños en aulas sin luz, sin ventilación, con este calor que parece quemar la piel. Queremos un suministro seguro, eficiente y que dependa únicamente de la escuela”, expresó con voz firme pero ojos cansados.
La ola de calor extrema no solo ha secado los patios de recreo, también ha agotado la paciencia de las familias que ven cómo, día tras día, la educación de sus hijos se ve interrumpida por una falla que, para ellos, tiene solución si hay voluntad.
El subsecretario de Educación Básica, Isidro Jiménez León, llegó al sitio con promesas y la promesa de un diálogo. Pero mientras las palabras iban y venían, las madres seguían ahí, bajo el sol, con sus hijos en brazos o a su lado, sin retroceder.
Porque cuando se trata de defender el derecho de sus hijos a estudiar con dignidad, estas madres demostraron que no hay puente que no puedan cerrar, ni calor que las detenga.
