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Usos y costumbres no están por encima de derechos humanos

Usos y costumbres no están por encima de derechos humanos

Usos y costumbres no están por encima de derechos humanos

En el marco de capacitaciones con motivo del Día Naranja, el Tribunal Superior de Justicia llevó a cabo curso taller Derechos Indígenas: Ciudadanía, Equidad, Tradición Alejandro Luis Fernández Aguilar¸ coordinador jurídico de la Comisión de Derechos Humanos de Nuevo León, pondera que debe lograrse la igualdad real de oportunidades

Con el apoyo de la Comisión de Derechos Humanos de Nuevo León, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) desarrolló durante dos días el curso-taller Derechos Indígenas: Ciudadanía, Equidad, Tradición (acceso a la justicia como mecanismo de garantía), en el que analizó el protocolo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en la materia con miembros de la Judicatura tabasqueña.

Alejandro Luis Fernández Aguilar¸ coordinador jurídico y capacitador de Instituto de Derechos Humanos de la Comisión Estatal de Derechos Humanos neoleonesa, desmenuzó conceptos contenidos en la actualización del Protocolo para Juzgar con Perspectiva Intercultural, para personas, pueblos y comunidades indígenas, con lo que se trabaja para que los juzgadores estén en sintonía con el intérprete último de la ley.

Vía la plataforma Zoom, Fernández Aguilar explicó que cuando una persona acude al Poder Judicial en búsqueda de justicia, sobre todo, algún integrante de grupos en situación de vulnerabilidad o atención prioritaria, ésta requiere que los juzgadores, no solamente sean sensibles a su problemática sino también tengan la facultad de interpretar la ley.

De tal manera que, sin romper la equidad entre las partes en un juicio, los jueces y magistrados atiendan a aquellos que no están en igualdad de circunstancias. En estos casos el juzgador llena algunos vacíos, no legales, sino vacíos sociales, ya que los protocolos que se han publicado y hecho de aplicación general establecen la manera sobre cómo abordarlos.

“Porque sí hemos de administrar justicia, y como tal este tribunal ha dado muestra de que lo hace, vamos a atender estos protocolos simple y sencillamente para lograr la igualdad real de oportunidades. La ley se sigue aplicando, no se está a favor ni en contra de alguien, sino que se utiliza el protocolo para juzgar con perspectiva intercultural, como una herramienta eficaz para resolver controversias, incluso evitarlas”, señaló en el marco de la capacitación coordinada por la Unidad de Igualdad de Género y Derechos Humanos del TSJ.

El master en derechos humanos indicó que la manera de abordar estos juicios la establece el protocolo. Primeramente, va a ayudar a identificar que hay indígenas en la entidad; dos, que no están en un plano de igualdad y tres, que requieren una verdadera administración de justicia, porque no se trata de aplicar el Derecho con una visión occidentalizada, que es la educación que han recibido algunos.

Recordó que el Derecho aplicado en México tiene como origen la cultura judeocristiana del Derecho romano, pero debe considerarse que hay gente que se considera diferente y quiere ser percibida diferente. No obstante, convive con sus connacionales y puede tener problemas legales con ellos. Esa persona que se considera a sí misma diferente tiene derecho de acceso a la justicia y éste ha de colmarse, no sólo con la letra taxativa de la ley, sino con estas herramientas que tienen los juzgadores, observó.

Reconocido como especialista por la Comisión Nacional de Derechos Humanos y la Universidad de Castilla-La Mancha, Fernández Aguilar abundó:

“¿A qué va todo esto? A que la capacidad que ya tiene el Poder Judicial y los miembros que lo integran se vea fortalecida con estas herramientas como es el protocolo para la atención personas grupos y comunidades indígenas, que recoge las experiencias de resoluciones, sentencias y jurisprudencia aplicados en un antecedente que sirve a quienes no son juristas y también a los que sí lo son”, comentó.

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Mencionó que debe analizarse caso por caso, porque existe un núcleo duro de derechos humanos que tiene que cumplirse, que no se puede negar, derechos humanos que no se pueden restringir o soslayar, son inamovibles, insustituibles y los usos y costumbres no pueden pasar por encima de ellos.

Empero, advirtió, el juzgador no puede llegar y decir a los indígenas a rajatabla: “Tus usos y costumbres no se pueden aplicar”. Por el contrario, se les debe explicar que se entrará al análisis y detallar que “Lo tuyo no es aplicable, por la siguiente razón: Porque tus usos y costumbres atentan contra la humanidad, contra esos derechos insoslayables”.

Refirió que el protocolo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación tiene un apartado que indica que hay ciertos usos y costumbres contrarios a los principios constitucionales por lo tanto no se aplican.

Y lo que se va a lograr es que persistan los usos y costumbres, pero en la criba del Derecho se debe eliminar aquellos que sean contrarios a los derechos humanos del mismo grupo social que integra esa comunidad. No es pasar por encima de sus usos y costumbres, es coadyuvar para que éstos no se opongan a los principios generales de los derechos humanos, y, consecuentemente, la humanidad misma, sentenció Alejandro Luis Fernández en el marco de la capacitación enmarcada en las actividades del Día Naranja.

rita


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