PEMEX les vio la cara a contratistas
Y la esperanza de los contratistas tabasqueños de que fueran atendidas sus demandas de pago de deudas, al convocarse a una reunión con el director de Petróleos Mexicano (Pemex), Víctor Rodríguez Padilla, terminó en decepción: la reunión gestionada por el Senado fue cancelada de último momento.
Padilla tiene miedo reunirse, es un científico que pensó que en Pemex haría varios estudios de laboratorio de hidrocarburos y se encontró con una bomba con la mecha prendida que le exige decisiones contundentes para sacar a un enfermo terminal de la terapia intensiva en la que se encuentra o dejarlo morir por inanición, que en este caso es lo mismo que inacción.
Los proveedores se han manifestado en la Torre de Pemex, han cerrado carreteras y gritado a los cuatro vientos que están al borde de la quiebra, que miles de trabajadores no han recibido su salario, no recibirán su aguinaldo y quedarán en el desempleo. Pero no importa, la crisis los ha arrastrado a un hoyo negro que con la gravitación descomunal de su deuda lleva a todos a la disolución, a la ruina.
Las pequeñas y medianas empresas (PyMES) enfrentan un panorama crítico para 2025 debido a las restricciones presupuestales y la deuda creciente de Pemex. De acuerdo con el análisis de la consultora Grupo Caraiva & Pech, este sector, vital para la economía y el desarrollo regional, se ve afectado por la falta de pagos, reducción de inversiones y contracción de actividades, especialmente en los estados petroleros como Campeche y Tabasco.
La deuda de Pemex alcanzará el 84% del presupuesto programado para 2024 y podría escalar al 90% en 2025. Esta situación agrava los problemas de flujo de efectivo, lo que afecta directamente a los proveedores, muchos de ellos PyMES. Desde 2019, la carga de deuda ha crecido considerablemente: pasó de representar el 45% del presupuesto a casi duplicarse en 2024.
Son por lo menos 19 mil millones de dólares lo que es adeuda a subcontratistas , aunque se menciona por parte del senador Oscar Cantón Zetina, que las cosas están más graves de lo que se tiene contabilizado. Y cuando todos empezaron a ver una luz al final del túnel, nuevamente se apagaron las oportunidades y se suspenden reuniones de diálogo directo que se supone iba a traer, por lo menos la posibilidad de soluciones.
Ya les han dicho que él que quiera negociar tiene que aportar el 40 por ciento para la deuda, es decir dar un moche al director de Pemex, que supuestamente será utilizado para sanar las desastrosas finanzas de Pemex, que con más de 96 mil millones de dólares es de las más endeudadas del mundo.
La cancelación “por causas de fuerza mayor” de la reunión de senadores de la Comisión de Energía, derivado del punto de acuerdo por Tabasco, al que ha hecho alusión Óscar Cantón Zetina, con el director de Pemex, muestra que no hay intenciones de negociar, ni de pagar en estas semanas de fin de año, que no se hizo el milagro guadalupano y habrá una Navidad feliz entre las familias petroleras. “Espero que se reprograme lo antes posible para atender la problemática de los adeudos con proveedores y contratistas”, informó Cantón Zetina en sus redes sociales.
Al paso de los días diversas asociaciones empresariales de los estados energéticos como Tamaulipas, Tabasco, Veracruz, Campeche, entre otros, se han ido sumando al reclamo de pagos vencidos, como Rafael Espino de la Peña, presidente de la Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Petroleros (AMESPAC) y organismos públicos como José Ramón Silva Arizabalo, secretario de Desarrollo Energético de Tamaulipas, señalando que cientos de proveedores afectados como contratistas directos o sub contratistas en cadena no han podido pagar sueldos sus trabajadores y mucho menos aguinaldo y otras prestaciones de ley.
Lo peor es que financieramente Fitch Ratings ratificó la calificación de @Pemex en “B+”, cuatro escalones por debajo de la nota soberana, lo que refleja su opinión de que la petrolera es financieramente vulnerable y su historial en materia Ambiental, Social y de Gobernanza (ASG) perjudica su capacidad para reunir capital.
Y eso que el gobierno en su presupuesto aprobó 6 mil 700 millones de dólares de apoyo para la empresa pública en 2025, con lo que cubre la mayor parte de sus 8 mil 900 millones de dólares de vencimientos de deuda para el año. Nadie sabe cómo sacarán lo que falta pero hay una reducción en salud y educación, incluso no se descarta endeudar más al país.
Estimó que la petrolera necesitará hacer frente a un déficit de caja de 75 mil millones de dólares entre 2025 y 2027, además de 20 mil millones de dólares en vencimientos en el mismo lapso, asumiendo que no habrá inyecciones de capital ni contribución del gobierno más allá del próximo año.
El senador Óscar Cantón Zetina, había exigido, mediante un punto de acuerdo, que al cierre del tercer trimestre del presente año, o sea en unos días, se puntualice e informe detalladamente, la deuda de Pemex con proveedores y contratistas, que ronda los 403 mil millones de pesos (más de 20 mil millones de dólares), por lo que existe una preocupación, incluso, desde la Presidencia de la República para solucionar este problema.
Por lo pronto tendrá triste navidad y la reunión a futuro no queda con fecha programada. Y no sólo eso, también el gobernador del estado, Javier May Rodríguez, ha dicho que Pemex debe dar menos obras, menos dinero a la mano, para que sus acciones se reflejen en beneficio de toda la población. Así que la paraestatal enfrenta retos por todos lados. Y lo peor es que esconde la cabeza, como hacen los avestruces.