Incendios en Tabasco suman 344: una emergencia ambiental que exige corresponsabilidad ciudadana

En medio de una temporada crítica de altas temperaturas y sequía prolongada, el Instituto de Protección Civil del Estado de Tabasco (IPCET) ha emitido un preocupante balance: en lo que va del año, se han registrado 344 incendios en la entidad, afectando un total de nueve mil 562 hectáreas de terreno, una cifra que, más allá de los números, refleja una problemática ambiental y social que urge ser atendida desde todos los frentes.
Según datos oficiales, de los siniestros contabilizados, 309 corresponden a incendios de pastizales y 35 a incendios forestales. Si bien los primeros afectaron unas 712 hectáreas, los segundos representan el mayor daño con alrededor de ocho mil 850 hectáreas consumidas por el fuego. El municipio de Centla ha sido uno de los más golpeados por esta emergencia, donde la intervención de diversas instancias como la CONAFOR, la CONANP, Protección Civil y fuerzas estatales y federales, ha sido clave para contener la devastación.
El trabajo operativo de la Dirección de Bomberos y los centros regionales del IPCET también ha sido significativo. Solo la Dirección de Bomberos ha atendido 248 emergencias, mientras que los centros regionales han respondido a 61 casos adicionales, distribuidos en Sabana, Costa, Sierra y Frontera Sur.
Sin embargo, más allá de los esfuerzos institucionales —que son valiosos, pero limitados—, lo alarmante es que una parte considerable de estos incendios es provocada por la acción humana, ya sea de forma negligente o deliberada. Las quemas agrícolas mal planificadas, la quema de basura y el uso irresponsable del fuego a cielo abierto siguen siendo prácticas comunes que, año con año, agravan el deterioro del entorno y ponen en riesgo vidas, viviendas y recursos naturales.
Uno de los casos más recientes ocurrió en el Fraccionamiento Bella Vista del municipio de Teapa, donde un intenso incendio de pastizal consumió aproximadamente una hectárea. Gracias a la intervención oportuna del Centro Regional Sierra, el fuego fue controlado con el uso de más de 10 mil litros de agua. Afortunadamente, no se reportaron víctimas, pero el daño ecológico es innegable.
Frente a este escenario, el IPCET ha reiterado su llamado urgente a la ciudadanía: evitar cualquier actividad que implique fuego sin control, especialmente en esta época del año, y reportar de inmediato cualquier incidente al número de emergencias 911.
La corresponsabilidad social no es opcional. Vivimos en un territorio altamente vulnerable al cambio climático y a sus efectos extremos. No actuar con conciencia solo nos acerca, cada vez más, a un punto de no retorno.
Tabasco necesita no solo más brigadas y recursos para combatir el fuego, sino también un cambio profundo en la cultura ambiental de su población. Solo con educación, responsabilidad colectiva y vigilancia efectiva, se podrá evitar que los incendios sigan arrasando no solo con nuestra vegetación, sino con nuestro futuro.