Gobierno del Pueblo trajo la cura a nuestros males
La falta de atención de las autoridades, que sufrieron por años, ocasionó la infelicidad de 40 familias que padecieron por la falta de atención a una problemática que afecta sus tierras. Hoy fue diferente, Miguel Gallegos, Santiago Ovando y Camilo Hernández hablaron con el mandatario estatal y su asunto será atendido por la Secretaría de Gobierno.
El orgulloso campesino Ovando Hernández, metido a poeta, dijo “este Gobernador está curando las heridas que causaron los malos gobiernos” y es que el Gobernador los atendió e instruyó para que se coloque una tubería en el paso de agua taponado por un vecino o se corra el lienzo que invadió el camino y que les provoca encharcamientos en sus tierras. “May es pueblo por eso sabe oírnos y apoyarnos”, sostuvieron los tres.
En este poblado, donde la lengua ayapaneca se extinguió por la disputa de dos hermanos, una escuela divide a todos los habitantes de la ranchería La Ceiba, contra un poblador que reclama el predio como suyo. Los 70 alumnos de la primaria Naciones Unidas y sus padres, viven en vilo por temor al desalojo. El remedio vino después de la audiencia.
“El Gobernador mandó hacer un levantamiento topográfico. También se planteó que busquemos un predio para que la comunidad no pierda la escuela. Nosotros confiamos en su palabra. Ahora con escucharnos y hallar solución está marcando la diferencia”, resumió la delegada Luz Alba López.
La fila de asistentes a las Jornadas de Atención al Pueblo en Territorio se extendía por todo el parque central, antes de anotarse para ser canalizados y recibir algún servicio o audiencia e incluso las dos cosas. La mayoría se santigua ante la cercana parroquia de San Miguel Arcángel.
A un costado, una promotora del IEAT exhorta a señoras que van con sus chamaquitos, a señores con gorra calada y a madres jóvenes, para que terminen de estudiar la primaria, porque ahora ya no se pude poner una “x” como firma al recibir los programas oficiales, tienen que escribir el nombre, le dice para alentarlas.
La Jornada transcurre y el doctor César Amílcar se dirige a quienes esperan su turno en algún módulo de Salud, y les explica con una dentadura gigante cómo lavarse 20 veces los dientes y 10 veces la lengua.
Atento, primero a la promotora del IEAT y luego al médico del IMSS-Bienestar, don Agustín Gómez, de la colonia El Carmen, espera turno para que la oculista Oralia Cupil, del módulo del DIF, le gradúe unos lentes y se los entregue sin costo.
“Me gusta leer, por eso vine a la Jornada temprano, por unos lentes. Este Gobernador es muy responsable: se levanta temprano a trabajar. Lleva tres meses y nosotros estamos empezando a disfrutar de lo que es un buen gobierno. Yo, que soy albañil, estoy feliz de lo que viene, el Tren de Dos Bocas y las casas que se construirán, nos darán trabajo, si Dios quiere”, confió el maestro de obra.