Toleran basureros a cielo abierto que dañan los ecosistemas y salud humana en Yucatán.


En México el 87% de los tiraderos de basura son a cielo abierto y sólo 13% son rellenos sanitarios, según datos del Instituto Nacional de Geografía e Informática (INEGI).
Desafortunadamente, los tiraderos a cielo abierto dañan ambiente y salud humana, este tipo de prácticas se ha extendido en todo el territorio nacional y aparecen por doquier los tiraderos a cielo abierto (TCA).
Impunes en Yucatán; hay más de 750 basureros clandestinos que se ubican en 22 municipios. Estos tiraderos a cielo abierto, acumulan toneladas de basura en lotes baldíos, veredas de carreteras y en áreas verdes de manglares y reservas naturales.
En las carreteras hacia el Oriente donde ubican municipios como Motul, Baca, Buctzots hacia Tizimín se observan toneladas de basura que se vierten de manera clandestina; rebasados de plásticos, residuos orgánicos, hospitalarios y peligrosos como aceites y derivados del petróleo, además son susceptibles de incendios que afectan a la población por el humo que genera.
Las autoridades ambientales señalan que los residuos más peligrosos son la llamada basura tecnológica como: celulares, impresoras, tubos de luz fluorescente, computadoras, ya que contienen contaminantes como mercurio, berilio o plomo.
Solo en Mérida, Yucatán, se recolectan 812 toneladas de basura al día, que se depositan en el relleno sanitario de la ciudad y es el municipio con más atención a este problema.
Cabe destacar que en Yucatán, se generan 1,578 toneladas de basura al día, de las cuales 812 toneladas se depositan en el relleno sanitario de Mérida, pero no se atienden los focos detectados en tiraderos abiertos.
UN ALTO A BASUREROS DE CIELO ABIERTO
Las causas que favorecen la ausencia de infraestructura sanitaria adecuada para la disposición de residuos sólidos son diversas, pero la Ley General de Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR) plantea construir rellenos sanitarios que constituyen una infraestructura idónea para el confinamiento, tanto por razones de salud pública como ambientales, y de conservación de los recursos naturales.
Desde la perspectiva ambiental y de salud pública, la disposición de residuos tiene, una relevancia fundamental. Cuando no se recolectan pueden permanecer en los sitios de generación o diseminarse, con efectos negativos como: obstruir desagües y cursos de agua (con potenciales riesgos de inundaciones), contaminar los cuerpos de agua y los suelos, deteriorar el paisaje o convertirse en fuente de enfermedades potenciales a la población, entre otros (UN-HABITAT, 2010).
Al respecto, la LGPGIR recomienda que en la legislación que expidan los gobiernos estatales sobre la generación, manejo y disposición final de residuos sólidos urbanos, establezcan para los generadores de residuos sólidos urbanos la prohibición de:
- Verter residuos en la vía pública, predios baldíos, barrancas, cañadas, ductos de drenaje y alcantarillado, cableado eléctrico o telefónico, de gas; en cuerpos de agua; cavidades subterráneas; áreas naturales protegidas y zonas de conservación ecológica; zonas rurales y lugares no autorizados por la legislación aplicable.
- Incinerar residuos a cielo abierto.
- Abrir nuevos tiraderos a cielo abierto.
- Además, debe prohibirse la disposición final de neumáticos en predios baldíos, barrancas, cañadas, ductos de drenaje y alcantarillado, en cuerpos de agua y cavidades subterráneas.