¿Y los corruptos AMLO?
A menos de dos semanas que deje el cargo, López Obrador no pudo, en seis años de su gobierno, combatir de manera frontal lo que tanto prometió: la corrupción.
Será otro de los legados que heredará a su sucesora, Claudia Sheinbaum Pardo, quien seguramente tampoco meterá a la cárcel a los corruptos de la administración obradorista.
En el sexenio de Enrique Peña Nieto, por lo menos seis exgobernadores fueron procesados por los delitos de peculado, operaciones con recursos de procedencia ilícita, lavado de dinero, fraude fiscal, delincuencia organizada, tráfico de influencias, y obstaculización de las labores públicas de funcionarios electorales, entre muchos otros.
Varios de ellos aún purgan condenas por estos delitos como César Duarte, Roberto Borge, Guillermo Padrés, Javier Duarte y Jesús Reyna García.
En el caso de Andrés Granier Melo después de ser procesado en el 2013 y permanecer preso cinco años y medio cumplió el resto de su condena en su domicilio de la Ciudad de México hasta que fue absuelto de todos los cargos por un juez en 2019.
Con López Obrador, ni un solo gobernador, de ningún partido político en todo el sexenio piso la cárcel, mucho menos los expresidentes de México a quienes dijo llevaría a juicio con todo y la consulta ciudadana que costó al erario más de 500 millones de pesos.
Al contrario, muchos de ellos, a cambio de entregar la plaza a Morena, fueron premiados con consulados y embajadas, como los ex gobernadores priistas de Hidalgo, Omar Fayad, Quirino Ordaz de Sinaloa, Claudia Pavlovich de Sonora, Carlos Aysa de Campeche y Carlos Joaquín de Quintana Roo.
La misma suerte podría correr ya en la administración de Claudia Sheinbaum el ex gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo quien cedió uno de los bastiones del PRI al inquilino de Palacio Nacional en las elecciones de junio de 2023.
El único procesado por los casos de Odebrecht y Agronitrogenados fue el ex director de Pemex, Emilio Lozoya quien por ordenes de un juez permanece en prisión domiciliaria después de estar dos años en el reclusorio.
Si AMLO no pudo encarcelar por corruptos a los ex gobernadores, mucho menos lo iba a hacer con los de su partido y ni que decir de sus funcionarios acusados de malversación de recursos públicos.
El caso más sonado fue el saqueo en Segalmex, donde el desfalco fue de más de 12 mil millones de pesos, un escándalo que supera en mucho al de Fobaproa.
Los corruptos de López Obrador gozan de cabal salud.Y aún hay más.
