UJAT: No me digan que la Ley es la Ley.
Por: Mario Gómez y González
El desprecio, en psicología y otras ciencias sociales, es una intensa sensación de falta de respeto o reconocimiento y aversión.
El desprecio supone la negación y humillación del otro de quien se pone en duda su capacidad e integridad moral.
Es-el desprecio-, una desestimación, falta de aprecio, desaire, desdén, menosprecio, indiferencia, desconsideración, repulsión, vilipendio, ultraje.
Es similar al odio, pero implica un sentimiento de superioridad. Una persona que tiene desprecio mira a quienes lo rodean con condescendencia, pues los considera indignos.
Ni cómo decirlo mejor, hay un desprecio total de todas las autoridades, por la Ley Orgánica de la Universidad Juárez autónoma de Tabasco (UJAT).
En el reciente “proceso”-si es que se le puede llamar de esa manera-de reelección en la UJAT, fallaron todos; sí, todos; el consejo universitario, la junta de gobierno y hasta el propio Rector.
Leíamos los comentarios de un investigador-profesor universitario quien, ex profeso, señalaba que algún problema debe tener Guillermo Narváez Osorio, para hacer del alma matter, su templo y su proyecto.
Al grado tal-añade- que le hace un reconocimiento público a través de una placa, a quienes tuvieron el honor de nombrarlo para un nuevo periodo, violando no solo la Ley Orgánica, sino la propia normatividad. Y, los anteriores miembros de la Junta de Gobierno de la UJAT, ¿no existen?
Se aprovecha de que, hasta el momento, nadie ha presentado su inconformidad ante las instancias legales pertinentes que, bien pudiera ser la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el gobierno de la república (la SEP), el gobierno de Tabasco (la SETAB) y hasta los congresos federal y estatal, pues la UJAT maneja recursos públicos avalados por esas instancias.
Circulan fotografías a través de las benditas redes sociales, donde Guillermo Narváez Osorio, se hace propaganda (aparece su imagen) con recursos públicos; es la única información que se ha hecho pública de la universidad, comentan con sarcasmo, profesores, trabajadores y demás miembros de la comunidad universitaria.
Mostró su imagen, no a la UJAT y lo hizo con recursos públicos.
Todo en medio de un escenario de desacato total: de desprecio por la ley y la normatividad, particularmente del Rector y del abogado general (Rodolfo Campos Montejo), ambos ex presidentes del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) y de la judicatura.
Todas las instancias a quienes hemos nombrado-lo mismo que los personajes a quienes nos hemos referido- están obligados a dar la cara ante la comunidad universitaria y la sociedad tabasqueña.
Hay que medio enmendar la plana a la enorme y horrible mancha en la historia de la UJAT y, a lo mejor, en el contexto de las universidades públicas del resto de la nación.
Jaque Mate** el tema de la UJAT, merece otros espacios subsecuentes, ya que han surgido varias aristas que conllevan a distintos escenarios que empañan no solo el ámbito universitario, sino el político, el económico y el social; mismos que abordaremos en próximas entregas** y como diría el genial PPKRIOK, en la ex columna dominical “Aquí entre nos”, en Diario Presente: “tiempo y espacio nos indican una retirada estratégica” * fue todo por hoy* hasta mañana Dios mediante.
