Tabasco: Política bajuna
Por Rodulfo Reyes
Hay dos hipótesis de trabajo del porqué la candidata del PAN a la gubernatura, Lorena Beaurregard de los Santos, lanzó epítetos execrables en contra de los tabasqueños en el contexto de la jornada electoral.
La primera suposición refiere que, en su afán por crecer en una campaña en la que no tiene asegurado pero ni el segundo lugar, la priísta busca remedar la forma de hablar de la abanderada presidencial opositora, Xóchitl Gálvez Ruíz, cuyo lenguaje florido le atrajo simpatías y la encarriló a la candidatura cuando la oposición estaba ayuna de cuadros para buscar Palacio Nacional.
Pero la senadora con licencia oriunda de Hidalgo no ha caído en la vulgaridad para expresarse en lenguaje de pueblo; mucho menos ha agredido a los mexicanos.
La segunda conjetura apunta a que sus asesores le indicaron hacer declaraciones para provocar la máxima “que hablen mal de ti, pero que hablen”.
El lunes pasado, en un encuentro con comunicadores tabasqueños que le están haciendo propuestas para el mejoramiento del gremio a los aspirantes a la Quinta Grijalva, Beaurregard calificó a los ciudadanos de “besaculos” por no exigirle a sus gobernantes cumplir con la tarea para la que fueron electos.
Según se observa en el video de la reunión, la aspirante de Acción Nacional se encontraba molesta, pues recurrió a otros insultos a los electores como “lamebotas”.
Como era de esperarse, la socialización de los insultos de la política provocó un rechazo unánime en las redes sociales.
Sin embargo, el martes, un día después, la priísta ofreció una rueda de prensa para asegurar que no se disculpará por las palabras utilizadas para lamentar que tabasqueños se subordinen ante sus gobernantes en vez de exigirles resultados.
La colaboradora del gobierno de Andrés Granier Melo reconoció que sus expresiones pudieron sonar fuertes, pero que son reales en el sentido de que la ciudadanía tiene que andar rogando para ser escuchada.
“En relación a las palabras, yo jamás me desdigo de lo que digo, yo sostengo lo que digo porque estoy convencida de que los ciudadanos no tenemos necesidad de andar de zalameros detrás de los políticos; al contrario, nosotros como políticos somos los que tenemos que ir a buscar a los ciudadanos para convencerlos de que somos la mejor opción (…) Ustedes juzguen si digo alguna mentira, ¿ustedes creen que lo que yo dije es falso, es mentira? Claro que no, es la realidad, tal vez utilicé palabras muy fuertes que a veces lastiman los castos oídos de algunos, pero es la realidad, no solamente no me voy a disculpar, lo ratifico, los ciudadanos no tenemos necesidad de andar de zalameros por los políticos”, soltó.
Luego, Lorena llamó “zalameros” a los ciudadanos “que hasta le llevan mariachis y pastel” a Javier May Rodríguez.
El equipo de campaña del abanderado de Morena-PT-PVEM no contestó el embate; vaya, ni siquiera el vocero Fernando Vázquez Rosas hizo valer el derecho de réplica.
Parece que no mandar a Vázquez fue con la intención de restarle nivel a la priista: por parte de Morena la respuesta vino de una mujer con similar empaque: Nydia Naranjo Cobián.
La secretaria de Organización de la directiva del partido oficial le reprochó su lenguaje vulgar.
Sin embargo, la ex alcaldesa de Cunducacán también cayó en el exceso al hacerle imputaciones de corte personal sobre presuntas adicciones.
Con el calificativo de “besaculos” y “zalameros” al grueso de los tabasqueños que apoyan a Morena, que tiene una aceptación de más del 82 % en el estado, lo que significa que ocho de cada 10 tabasqueños apoya al partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, la opositora se puso en el centro de una protesta masiva en su contra en redes sociales.
Sin exagerar, un 90 % de los comentarios en la conversación digital en torno a la polémica que provocó, fueron negativos, incluso con agresiones irrespetuosas de ciudadanos que se sintieron aludidos.
Ayer miércoles, May volvió a ser recibido con mariachi y pastel en su gira por Tenosique, como le ha venido ocurriendo desde el domingo pasado que cumplió años.
Esto es, si la consigna era que la gente hablara de Lorena, aunque sea mal pero que hablara, la estrategia se cumplió al pie de la letra.