¿Tabasco no vale más que los “madrugadores”?
De Primera Mano
No es raro que ya haya actores locales “destapados” para las próximas elecciones, si el mejor ejemplo nacional es toda la parafernalia en torno a Andrés Manuel López Beltrán, Andy, a quien desde ahora se proyecta como una de las cartas de Morena para la candidatura presidencial en 2030.
Llama la atención que la situación de Tabasco, por la espiral de violencia, no sea obstáculo para algunos “personajes” del vinotinto que desde ahora han encendido motores.
El caso más sonado por público es el del diputado Jorge Bracamonte Hernández, presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, que prácticamente ya cuenta con “equipo de campaña” para los comicios intermedios de 2027.
Se puede entender que Jesús Alí de la Torre, delegado de la Secretaría de Gobernación, se esté reuniendo con su “equipo” para promoverse.
Se comprende porque la naturaleza del ex candidato del PRI a la gubernatura es precisamente la de apuntarse en cualquier proceso interno partidista desde 2012 que fue derrotado como aspirante tricolor a Plaza de Armas.
Alí no le causaría problemas al régimen porque se fuerza territorial es exigua, y su presencia más bien es anecdótica, aunque a pesar de su insignificancia ha logrado cargos para mantenerse dentro del sistema con cualquier color que le acomode.
Pero el legislador Bracamonte posee características que pudieren afectar al gobierno de Javier May Rodríguez:
1) En 2024 buscó la presidencia municipal de Centro, pero la negociación entre los grupos, tras la consulta doméstica para elegir al abanderado a la gubernatura, hizo que la alcaldesa Yolanda Osuna Huerta se le atravesara en el camino para volver a competir por la Plaza de la Revolución.
El ex perredista quedó en segundo lugar en la encuesta por la alcaldía capitalina, lo cual lo convierte en figura en el municipio.
2) Manejar el presupuesto del Poder Legislativo lo pone por encima de los demás interesados, y le da la ventaja de ser un verdadero factor de poder en la decisión por Palacio Municipal.
3) Su afirmación en corto de que si Morena lo deja fuera de nuevo, como en 2024, buscará otra plataforma política, augura desde ahora un rompimiento en las filas morenistas.
Si el líder del partido gobernante ya le dio su venia para que camine, solo ellos lo saben.
Por lo pronto, Bracamonte se vería más si se compenetrara en la lucha que da la administración de May contra el cáncer de la violencia, en vez de estar repartiendo enseres a manera de gestión para hacerse de adeptos en Centro.
No hace mucho, un funcionario se acercó al jefe político del estado para plantearle que quería “caminar” el territorio con la mirada puesta en la siguiente parada electoral.
“Yo te necesito conmigo estos seis años”, le habría dicho aquel.
Por eso la duda es: ¿A Bracamonte no le dijeron que lo necesitaban los tres años que dura la Legislatura?
