SPIUJAT, elección viciada
Con toda y la cargada que se ha intensificado abiertamente, la elección del dirigente del Sindicato de Profesores e Investigadores de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (SPIUJAT) dejó de ser ya un mero trámite, una mera formalidad y simulación ante una creciente oposición que va tomando conciencia de que no puede mantenerse al margen si quiere de verdad cambiar las cosas para mejorar.
Ni antes ni ahora ha sido fácil la lucha para quienes procuran, desde la oposición constructiva, la transformación del país, de las instituciones y las organizaciones sindicales que siguen replicando las viejas prácticas priístas de la coacción para obligar un apoyo mediante la amenaza abierta, y el SPIUJAT no es la excepción.
Es una realidad que sí hay un descontento entre las bases por la descomposición del SPIUJAT y la necesidad de recuperar su espíritu de lucha y dignidad a favor de sus afiliados para mejorar su situación laboral que, ciertamente, ha venido a menos.
También es verdad que con todos los recursos a su disposición y con el respaldo de funcionarios de la universidad, como el vocero Juan José Padilla Herrera que ha tomado partido incluso con amenazas disfrazadas de saludos contra aquellos que piensan distinto o apoyan otro proyecto como el de Margarita Rodríguez Falcón, Melchor Hernández Hernández busca ser impuesto a toda costa y al costo que sea.
Con todo y que se busca reprimir las expresiones públicas e internas de los profesores que no simpatizan con la continuidad y que están prestos a proteger la secrecía de su voto, hoy, por primera vez, se exhiben las irregularidades de un proceso sindical viciado de origen que se había mantenido en el anonimato, sin transparencia y que solía contar con el respaldo de los gobernantes priístas en turno, hasta el de Adán Augusto López Hernández y Carlos Manuel Merino Campos, hoy repudiados por millones de mexicanos como símbolos de la corrupción que no debe ser tolerada.
Al margen del resultado que ya las huestes de Melchor Hernández Hernández dan por descontado a su favor al tener el control de los integrantes de la Comisión Electoral que acaba de publicar la convocatoria para la elección el próximo 28 de noviembre y que serán los que cuenten los votos sin un gramo de imparcialidad o equidad, la base magisterial que tiene el coraje de desafiar el viejo status quo ha dado el primer gran paso para la democratización del SPIUJAT, con la certeza que hay un gobernador, Javier May Rodríguez, garante de sus derechos humanos, laborales y sindicales.
