Sigue la mata dando: Adán y Melchor
“Porque nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir a luz” “Lucas 8:17″*
*El cielo político se volvió negro sobre el territorio nacional y el eco de los “garrotazos sobre el jarro de la piñata” lleva nombre y apellido: Adán Augusto López Hernández, el exgobernador convertido en senador, y ahora, epicentro de un huracán mediático que amenaza con arrastrar a medio gabinete moral de la Cuarta Transformación. “Sigue la mata dando” dice el refrán y fueron tres horribles sapes nacionales en un solo día*
*El lunes, México abrió la semana con tres expedientes que no salieron de la rumorología local, sino de las redacciones más vigiladas del país y del extranjero. El fuego cruzado viene de El País, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) y El Universal. Y los tres coinciden en algo: donde Adán pisó, brotó, creció y se multiplicó: un jardín de contratos, notarías y empresas fantasma*
*El primer sape: los 592 millones de “amistades productivas”. El País documentó, que durante su gestión como gobernador de Tabasco, Adán Augusto adjudicó 592 millones de pesos en contratos a empresas de amigos y clientes de sus notarías familiares. Una madeja que mezcla la fe notarial con el apetito presupuestal, un hilo que empieza en la tinta de un sello oficial y termina en las arcas públicas*
*La investigación exhibe otra vez la cara de los negocios y la forma cómo el exgobernador utilizó la estructura del Estado como prolongación del escritorio familiar, borrando la frontera entre el servidor público y el notario de conveniencia, el mejor notario de Tabasco se auto proclamó, sólo le falto hacer empresas familiares multi millonarias de “carritos vende paletas”*
*El segundo impacto: 13 fantasmas con certificado de nacimiento. Mientras el dolor del primer sape entumecía y el escándalo seguía en el aire, MCCI añadió “gasolina al fuego”. Revelando que en las de notarías de Adán y su hermano Melchor se constituyeron 13 empresas fantasmas, varias involucradas en desvíos de recursos de Pemex por 464 millones de pesos*
*Es decir, compañías de papel bendecidas con el sello de fe pública. Fantasmas con acta notarial y con destino en licitaciones federales. Cada una con su propia historia de opacidad, triangulaciones y beneficios inexplicables. No se trata de omisiones; es ingeniería política de la corrupción*
El tercer sape sin misericordia: el imperio de los 11 mil millones. Para cerrar el día El Universal publicó que las notarías de Adán y su círculo certificaron empresas que obtuvieron contratos por más de 11 mil millones de pesos, incluyendo obras emblemáticas como Dos Bocas, Pemex e IMSS-Bienestar. Las notarías operaron como fábricas de credibilidad, legitimando a contratistas que hoy aparecen ligados a los mismos despachos familiares. Un circuito cerrado: el político firma, el notario certifica, el contratista cobra, y el pueblo paga*
*El senador Adán Augusto ha optado por el silencio. Ni una palabra, ni una aclaración, ni una negación contundente. Es el mutismo del que sabe que cada declaración puede ser dinamita. Pero el silencio también habla: deja ver que los expedientes pesan más que los discursos, que el pasado no es polvo sino pólvora y gasolina que no tarda en explotar*
*Lo que se revela no es solo una serie de irregularidades administrativas, sino un patrón de conducta. Un modo de operar que convierte el poder en negocio familiar, la fe pública en moneda de cambio y el discurso de la transformación en disfraz. En la narrativa de la 4T, Adán era el hermano político, el hombre de confianza, el “tabasqueño del círculo”. Hoy parece más bien el eslabón más vulnerable de una cadena que se oxida por dentro*
*Otros escándalos políticos que llega con documentos timbrados, actas notariales y registros mercantiles. Y si algo enseñan las profecías del poder, es que todo reino se derrumba primero en los archivos. La pregunta ya no es si Adán caerá, sino cuántos caerán con él. Porque en México y Tabasco, donde la historia política se escribe entre el pantano y el espejo, el lodo no perdona*
*Ubiquemos: Adán Augusto, actual coordinador de la bancada de Morena en el Senado, es titular de la notaría 27 de Tabasco, en la que fueron constituidas las empresas CCTI y Surface Technology, señaladas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) de haber recibido triangulaciones por 270 millones de pesos de Pemex durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, por servicios que no fueron debidamente comprobados*
*Su hermano Melchor, por su parte, constituyó en la notaría 13 la empresa E&P Solutions, la cual según la ASF recibió subcontratos por 194 millones de pesos de Pemex, también como parte del esquema de triangulaciones de La Estafa Maestra. Además, MCCI constató que en las dos notarías de los hermanos López Hernández y en una tercera en la que es titular un ex colaborador de Adán Augusto*
*Es ese triangulo notarial “de las Bermudas” se dio fe de la creación de al menos trece sociedades mercantiles que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha incluido en la lista definitiva de Empresas que Facturan Operaciones Simuladas (EFOS), también conocidas como factureras o compañías fantasmas, que son utilizadas para evasión fiscal, lavado de dinero o desvío de fondos públicos*
*El propio Adán Augusto atestiguó la creación de Grupo Consultor de Tabasco SA de CV, la cual fue incluida por el SAT en julio de 2017 en su lista definitiva de factureras. Extrañamente su hermana Rosalinda López que “persiguió las factureras” nunca se dio cuenta. Ahora al escándalo se añade su hermano; es decir, “sigue la mata dando, ahora con Adán y Melchor*
*SEPTIMO SELLO*
*Desde hace dos días, el mutismo en la Universidad Popular de la Chontalpa pesa más que el aire viciado de sus baños. Nadie dice nada, nadie ve nada. Los directivos callan, los maestros disimulan, y los estudiantes murmuran lo que las autoridades temen confirmar: que algo siniestro ocurrió dentro de esa institución que presume formar profesionales, pero que hoy huele más a encubrimiento que a educación*
*¿Qué pasó en los baños de la UPCH para que estudiantes fueran hallados inconscientes y trasladados al hospital? La pregunta se repite como un eco que nadie quiere escuchar, como si el silencio institucional fuera parte del plan de estudios. Nada de esto es nuevo. La universidad arrastra sus propios fantasmas. En tiempos de Ariel Cetina Bertruy, seis jóvenes fueron retirados en la oscuridad del rumor: intoxicados, desquiciados, arrastrados por una banda de alumnos mayores que operaban como verdugos modernos*
*SEPTIMA TROMPETA*
*Imponiendo consumo de sustancias que los llevaron al borde de la locura. Seis almas jóvenes marcadas por la vergüenza y el miedo, obligadas a callar bajo amenaza. Silencio a cambio de sobrevivir. Aquel infierno tenía nombre y rostro: un sistema de complicidades que convirtió los pasillos en pasadizos del crimen. Entonces, la seguridad estaba en manos de un personaje apodado “La Rana”, operador del entonces director de Seguridad Pública Hernán Hernández Requena*
*Los padres confiaban en que protegía a sus hijos. No sabían que el supuesto ángel guardián era el demonio que abría las puertas del infierno, usando los muros universitarios como bodega y canal para el tráfico de enervantes. Cuando cayó Ariel Cetina, también se fue la “Barredora” que fingía limpiar mientras esparcía el polvo del mal. Y como si el destino tuviera un macabro sentido del humor*
*SEPTIMA COPA*
*Arribó el nuevo rector, José Luis de la Cruz Córdova, quien llegó no por mérito académico, sino por instrucción divina de Euclides Alejandro, hoy alcalde y antes coordinador del programa “Sembrando Vida”. Ironía cruel: de sembrar árboles a sembrar caos. Hoy la cosecha de ese silencio florece en tragedia. El rector guarda silencio, el ayuntamiento se lava las manos, y los padres vuelven a temer*
*La UPCH se ha convertido en una metáfora viva del país: instituciones podridas donde el diablo estudia becado y la verdad es materia optativa. Nadie puede decir que no lo sabía. Lo sabían todos. Lo callaron todos. Y ahora, cuando los jóvenes caen en los baños como ofrendas de un sistema que no se atreve a mirar su propia miseria, las autoridades ensayan comunicados que no llegan, como si el silencio pudiera enterrar la culpa. Pero el silencio no limpia. El silencio delata. Y esta vez, la UPCH tendrá que rendir cuentas no solo ante la sociedad, sino ante su propia conciencia… si es que aún le queda algo de alma*
