Se abate la pobreza.


La buena noticia es que las políticas públicas instrumentadas por el anterior gobierno mexicano para acabar con la pobreza, misma que los neoliberales consideraron algo imposible y que no iba a funcionar, resultaron positivas y hoy el país redujo en 8 millones la población de personas con carencias.
Después de que el INEGI anunció que entre 2022 y 2024 la pobreza multidimensional pasó de 46.8 a 38.5 millones, la disminución fue de 8.3 millones de pobres (3 de cada 10 que no tenían garantizado los servicios de educación, salud, seguridad social, vivienda y alimentación y su ingreso mensual per cápita resultaba insuficiente para adquirir una canasta básica), a los críticos del sistema no les quedó más que ‘beberla y derramarla’.
Recordamos aquella frase que como lema de campaña adoptó López: “Por el bien de todos, primero los pobres”, la cual muchos criticaron y hasta se carcajearon en son de burla, hoy se tiene una reducción, pese a que se aumentó el salario mínimo como instrumento outsourcing y los programas sociales como el de pensiones a adultos mayores, Sembrando Vida, Vivienda, becas, etcétera.
Los estados de Chiapas, Guerrero, Veracruz y Oaxaca fueron los que más resentían esta situación de vulnerabilidad. A la fecha, sólo Colima no la ha superado.
En Tabasco, el anuncio lo dio el gobernador Javier May Rodríguez: más de 451 mil personas salieron de la pobreza y todo porque los tabasqueños gozan de programas como: Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, Pensión Mujeres bienestar, Programas Bienestar y Plenitud para hombres de 60 a 64 años, Vivienda Social, Fertilizantes para el Bienestar, Pescando Vida y muchos más… Ya se encontró el camino… Ahora, adelante y ni un paso atrás. Seguramente los sabelotodo y compone mundo digan que el INEGI no sirve para nada y que maquillaron las cifras, pero ya no hay vuelta de hoja porque ya se decretó el ‘consumatum est’. Es todo.