Renovarse o morir
Después de las elecciones del 2 de junio, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) entró en una etapa de evaluación interna para hacer de este instituto político una fuerza competitiva.
El revolucionario Institucional consultará a sus millones de militantes y simpatizantes sobre el impulso que se dará al partido aprovechando las herramientas de la tecnología digital para hacerlo más cercano a los ciudadanos en próximas competencias electorales.
Esto incluye un análisis de su ideología y plan de acción, de acuerdo con el presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas.
Fuentes consultadas por este columnista, revelaron que el tricolor echará mano de especialistas en diseño y marketin para renovar el nombre del partido, siglas, colores y definir la nueva ruta a seguir.
Además buscará la opinión de los 6.6 millones de votantes que le refrendaron su apoyo el 2 de junio y que lo llevaron como tercera fuerza política a la Cámara de Diputados y el Senado de la República.
El PRI, junto con el PAN y el PRD formaron una coalición electoral y legislativa desde las intermedias de 2021 al arrebatarle a Morena la mayoría calificada que impidió que el oficialismo y López Obrador realizaran reformas constitucionales en detrimento de las instituciones y su autonomía.
Sin embargo la intervención de AMLO en el proceso electoral 2023-2024 al asumirse como ‘jefe de campaña’, y los ataques desde la mañanera a la candidata presidencial opositora Xóchitl Gálvez, así como el uso clientelar de los programas sociales, fueron determinantes para que la oficialista Claudia Sheinbaum y los candidatos de Morena ganaran las elecciones.
Prueba de ello son las impugnaciones del proceso presentadas por los partidos y la ex candidata, Xóchitl Gálvez por el cúmulo de irregularidades graves plenamente acreditados y no reparables.
Esto es, se violaron los principios de certeza, imparcialidad, neutralidad y equidad en la contienda.
El más afectado de los partidos coaligados en la lucha electoral, como ya se sabe, fue el PRD que no obtuvo el mínimo de 3% de la votación nacional y por tanto no logró alcanzar su registro nacional.