Leyendo ahora
¿POR QUÉ LA RELIGIÓN NO NOS HACE BUENOS?

¿POR QUÉ LA RELIGIÓN NO NOS HACE BUENOS?

Homero T. Calderon

Nuestro estado es un estado pequeño en la geografía de México. Fuimos felices mientras no hubo rateros públicos. Apenas y tenemos una población de 2 millones y medio de habitantes. Fuimos prósperos agricultores. Nuestro cacao fue apreciado en todas partes.
Un día, Carlos Cabal Peniche, llevó dos productos tabasqueños a Nigeria, en el continente africano. Uno fue el “Cacao Carmelo”, aromático y blanco. Vendió -hasta dónde sé- cien mil plantitas de este aromático fruto. El otro producto que vendió fueron algunos cientos de ganado cebú. Su asistente en esos trámites fue el apreciado tabasqueño Antonio Naranjo Cobián.
Mi pregunta hoy sería en la parte negativa del tabasqueño: si un ochenta por ciento de esos 2 y medio millones de habitantes son multi-religiosos y oran a Dios todos los días, ¿por qué es tan malo en su contextura moral el tabasqueño? ¿Por qué Adán Augusto salió tan malo como ser humano?
¿Por qué las religiones no nos han hecho buenos? Creo yo, que los líderes religiosos, pastores y sacerdotes, no han hecho un buen trabajo para transformarnos. Tenemos varias fallas que nunca hemos podido curar socialmente:
UNO: Somos uno de los estados más atrasados en educación…
DOS: Somos uno de los estados con más enfermedades en el país…
TRES: Somos uno de los estados con peor infraestructura para crear alimentos para darle de comer a los más pobres…
CUATRO: Somos uno de los estados con mayor existencia de rateros públicos pero nadie los persigue…Si vivieran en Arabia, donde les cortan las manos, habría en Tabasco una sociedad de “mochitos discapacitados” y Adán Augusto ya hubiera sido hecho “cubitos de picadillo”…
AUNQUE hay más de 3 mil iglesias de toda índole en Tabasco, no han transformado al tabasqueño haciéndolo bueno, noble y positivo. Para que vea usted que los hombres de iglesia no han podido resolver su difícil trabajo de transformarnos…

Homero T. Calderon


© 2024 Grupo Transmedia La Chispa. Todos los derechos reservados