Orgía de denostaciones

Alfredo A. Calderón

*“Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen” “Romanos 1:28″

*A Adán Augusto cuando no le llueve, le relampaguea. En tiempos de alta tecnología que a un ex secretario de gobernación le graben sus conversaciones con su “amiga”: es inadmisible. Hay audios que destruyen reputaciones y otros que solo confirman lo que ya todos sabíamos: que a Adán Augusto le gusta oírse a sí mismo tanto como el eco de su propio ego. El nuevo escándalo no es sólo un episodio de espionaje político ni una tragedia shakesperiana*

*Simple y llanamente: es una telenovela de soberbia donde los protagonistas confunden la arrogancia con el carisma y la vulgaridad con el poder. En las grabaciones, Adán y la senadora Andrea Chávez hablan de la presidenta Claudia Sheinbaum con la finura de dos adolescentes en un chat de secundaria. Hacen “cera y pabilo” con la figura de la Ejecutiva Federal, se burlan de su rostro, de su físico, de su “presencia”*

*Dos legisladores de Morena que llegaron al Senado gracias al movimiento que juraba dignificar la política reducen a la jefa del Estado mexicano a un chisme de sobremesa. Morena prometió una transformación moral y terminó en un sketch de comedia barata, ni en la vecindad del “chavo del ocho” en sus chistes más ramplones fueron tan vulgares, imagine lo agredida y lo que significó para Sheinbaum Pardo escuchar a Andrea y Adán en plena orgía de calumnias*

*Qué curioso espectáculo el de los caídos en su propio fango. El “corral” donde fueron enviados no lo construyó la presidenta, sino la soberbia de quienes creyeron que la lealtad era un disfraz que podían ponerse y quitarse según la ocasión. Adán Augusto, el eterno estratega de sí mismo, se encontró cercado por sus propias palabras, esas que ahora pastan en el lodo digital de los audios filtrados*

*Andrea Chávez, que soñaba con la eternidad en la corte morenista, descubrió que un minuto de insolencia puede borrar años de carrera y toneladas de maquillaje ideológico. El silencio de la presidenta no es debilidad, es método. El poder no grita, observa. Y en su mutismo hay una sentencia: quien se burla de la investidura termina haciendo fila para disculparse. Lo de Andrea y Adán no es solo un escándalo; es el retrato de cómo la frivolidad se disfraza de militancia*

*Los micrófonos indiscretos no inventan nada: solo exponen el alma cuando se apaga el telón. Las filtraciones no pararán. Quien las maneja entiende que la política mexicana se alimenta del escarnio. No se trata de venganza, sino de administración del caos. Adán ha perdido el equilibrio y Andrea, el futuro. Ambos son ahora rehenes de sus propias grabaciones, prisioneros de la vanidad que los hizo creer que la impunidad era eterna. El video censurado a Lily Telles ayer en la Cámara de Senadores es otro escándalo aun mayor*

*Ubiquemos y habrá que dimensionar que ofender de esa manera a la presidenta de México no es cosa soslayable, aunque Adán, en su eterna pose de virrey tropical, se cree intocable. Y de acuerdo a lo publicado por Riva Palacio, él habla de su “primo” López Obrador como quien presume el árbol genealógico para justificar sus excesos. La palabra primo en Tabasco puede significar cariño, pero en su boca suena a coartada divina*

*Sheinbaum -para ellos- podrá estar limitada en poder y autoridad; pero tanto, Adán como Andrea olvidan que no hay sangre que lave la soberbia ni parentesco que redima la estupidez y la senadora Chávez, su alumna en vanidad, aplaude, ríe y secunda las vulgaridades de Adán Augusto. Quizá pensando que la insolencia era valentía. Sueña con ser gobernadora de Chihuahua, pero olvidó que en política los micrófonos no perdonan y que la altanería femenina no tiene fuero cuando el poder se viste de hipocresía*

*El verdadero problema no es el audio, sino lo que revela: una élite morenista podrida por dentro, convencida de que la revolución ya les pertenece y que nadie puede reclamarles nada. Adán se ha convertido en el retrato vivo del político que exige lealtad sin ofrecer respeto. Cuando lo cuestionan, culpa a los medios. Cuando lo investigan, culpa al conservadurismo. Y cuando se le acaba el discurso, se refugia en la fe ciega del “hermano Andrés”*

*“Tantas veces “se va el cántaro al agua hasta que rompe” El problema a flor de piel ante la clase política morenista es si Andrés aprueba todo ese tipo de infamaciones. Se quiera soslayar o no, Adán y su inocultable “estrecha amistad” con Andrea Chávez ya que ha convertido en un problema político incluso para el propio ex presidente, que ante tantas filtraciones se ve obligado a salir a promocionar su libro y sólo en su recorrido sabrá en verdadero sentir del pueblo*

*Meditemos: “hasta los ídolos se cansan de sus apóstoles ruidosos”. En los pasillos del Senado ya se comenta que el “primo” empieza a ser un estorbo. Que su nombre pesa más por los escándalos que por los votos. Que sus audios huelen a final de temporada. Y que Andrea Chávez, la joven promesa del norte, ahora tiene su nombre en la lista negra de Palacio Nacional y sus aspiraciones van dando tumbos cuesta abajo*

*Lo grotesco es que mientras se burlaban y reían de grotesca apariencia de la presidenta, el país sigue arrastrando los pecados de sus antiguos silencios: el caso Bermúdez, las redes de factureros, los contratos turbios, el dinero que se esconde mejor que la vergüenza, las notarías ligadas al narco. Y ahí está Adán repartiendo “palos ocultos contra Sheinbaum”, atrincherado en su escaño, creyendo que el Senado es su rancho y el micrófono su confesionario*

*El “audio de la soberbia” cómo título su columna el reconocido analista nacional no solo los exhibe; los desnuda. Nos deja ver que la transformación, en manos de algunos, se convirtió en deformación. Que el poder, cuando se cree eterno, termina riéndose de sí mismo y para los entendidos que sienten que Adán está construyendo una desventurada caída al abismo se podría hasta colocar en el epitafio: justo antes de caer*

*A nadie extrañe que Claudia Sheinbaum aprete sus comentarios sobre Hernán Bermúdez, la “Barredora” y por consiguiente de Adán Augusto. En Tabasco se dice que el agua todo lo revela, que el río siempre devuelve lo que se le lanza. Tal vez el Grijalva devuelva pronto los restos de una soberbia que creyó flotar sobre todos. Adán, Andrea, deben escuchar bien su grabación: no es una plática, es una profecía y para la presidenta de la República y su investidura es irremediablemente una ofensiva “orgía de denostaciones*

See Also

*SEPTIMO SELLO*

*En Jalpa de Méndez la butifarra se volvió amarga. El alcalde Chepe Olán, que presume tener bajo control el décimo festival de las butifarras, apenas puede controlar su propio gabinete. El director de Fomento Económico y Turismo, Carlos Alberto Gutiérrez Torres, decidió renunciar con la dignidad que otros ni conocen. Dejó por escrito lo que todos murmuran: que en el palacio municipal gobierna la torpeza*

*Que el alcalde no escucha a sus funcionarios, mucho menos a los empresarios que hacen posible el evento que —irónicamente— debería ser símbolo de unidad y sabor tabasqueño. Jalpa de Méndez lleva diez años haciendo fiesta con las butifarras, y justo en el aniversario de su madurez, el evento huele más a pleito que a chorizo. En la última rueda de prensa, cuando se le preguntó a Chepe dónde se realizaría el festival, cual tartamudo no supo responder*

*SEPTIMA TROMPETA*

*Dio una vuelta verbal tan absurda que ni los presentes sabían si estaban en una conferencia o en una clase de evasión avanzada. En redes, lo destazaron sin piedad: el alcalde que no sabe dónde es su propio festival. Chepe Olán es un caso de estudio. Ordena una cosa, luego la desordena, y al final termina culpando al clima. Sus funcionarios en son de burla en voz baja se burlan de “el Chimoltrufio”*

*Cambia de idea con la misma velocidad con la que cambia de camisa para salir en la foto. Entre los pasillos del ayuntamiento se dice que no gobierna, sino que improvisa, y que su estilo de mando parece más un sketch de comedia que una administración pública. El festival, a pocos días de iniciar, es un hervidero. Nadie sabe qué se está montando, ni cuánto se ha gastado, ni si habrá suficientes carpas o si terminarán comiendo butifarras bajo el sol y las quejas*

*SEPTIMA COPA*

*Y mientras tanto, el dinero destinado al evento se evapora como manteca caliente. Lo más triste es que Jalpa de Méndez no merece esta bufonada. La gente trabajadora, los productores que año tras año dan identidad al municipio, están siendo burlados por un gobierno que confunde autoridad con berrinche. Si Chepe Olán tuviera un gramo de humildad —o un asesor que no tema decirle la verdad— quizá aún podría rescatar el festival*

*Pero no, en vez de escuchar, prefiere atrincherarse en su propia ineptitud. Así, el décimo Festival de las Butifarras amenaza con convertirse en el primer festival del ridículo institucional. Que alguien le avise: no se puede organizar un evento con soberbia y torpeza al mismo tiempo. El pueblo quiere fiesta, no circo. Y si el alcalde no corrige el rumbo, lo único que quedará de esta edición será el eco de un fracaso con sabor a grasa rancia*

Alfredo A. Calderón


© 2024 Grupo Transmedia La Chispa. Todos los derechos reservados