Marcelo: Les echa abajo la fiesta
Para Usted
Mario Gómez y González
Lo que parecía- al menos en el pensamiento del presidente Andrés Manuel López Obrador- como un día de campo, un domingo de kermes, una demostración de musculo y unidad o hasta, una “prueba superada”, finalmente la fiesta se le vino abajo, siendo el protagonista de este hecho, una de las corcholatas, Marcelo Ebrard Casaubón.
En efecto, con el rechazo al resultado-previo una serie de irregularidades que el ex canciller denunció públicamente- Marcelo Ebrard, le entierra un letal dardo al corazón llamado descrédito, al mismísimo presidente Andrés Manuel López Obrador, al proceso interno, a la cuarta transformación (4T) y al partido oficial Morena.
En los próximos días, no se hablará de la ganadora o del ganador, sino de las graves denuncias que realizó Marcelo Ebrard, que evidencia delitos graves, ya que se utilizaron recursos públicos del erario federal (secretaría del bienestar, entre otras dependencias), además de la intervención de los gobernadores de los estados.
Prácticamente imposible esbozar una operación cicatriz, cuando el resto de las corcholatas, no respaldaron los señalamientos del ex canciller; a esto, habría que agregarle los términos de “cobarde”, con los que Marcelo Ebrard, se dirigió a Mario Delgado (dirigente nacional de Morena) y Alfonso Durazo, responsable de este proceso en su calidad de presidente del consejo del partido vinotinto.
Con todo lo anterior y lo que vaya “saliendo” y acumulando en los próximos días, se vislumbra un escenario muy complicado y desfavorable para la candidata o el candidato del partido oficial en el proceso electoral presidencial del 2024, ya que la sombra del descrédito, de la división, del enfrentamiento serán una constante.
Los llamados a la civilidad que seguramente escucharemos y leeremos en los próximos días serán auténticas llamadas a misa, porque irá quien quiera o encabezar cambios de conducta y actitud, quien así lo desee, aunque difícilmente veamos rostros alegres, miradas de felicidad y muestras de amor.
Todo lo anterior beneficia directamente al Frente Amplio por México (FAM) y su candidata Xóchitl Gálvez, quien con toda seguridad cosechará las inconformidades y aglutinará a su alrededor, buen número de expresiones políticas y acciones que bien podrían impactar en el resultado final de la elección presidencial del 2024.
Sin embargo, hay y habrá coincidencias en el sentido de que el responsable directo de esta confrontación corcholatesca es el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien fue el que dio el lanzamiento de salida, dictó las reglas y realizó labores de proselitismo para sus corcholatas (especialmente para Claudia Sheimbaum), auto promoviéndose (más bien presentándose), como el principal matraquero y jefe de porra.
Tampoco olvidar que el presidente López Obrador, disque entregará el bastón de mando (figura nueva) dentro del contexto cuatroteísta, reforzando sus propios dichos en el sentido de que luego de ello, el poder político lo tendrá ya en este país el abanderado o abanderada Morenista, lo que contraviene los términos constitucionales de las facultades del presidente de la república.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, la cuarta transformación y el partido oficial Morena, están ya, de entrada, moralmente derrotados, puesto que presumieron no ser más de lo mismo, ser diferentes, hacer bien las cosas, pero no; son una copia y mala, de lo que el macuspanence llama conservadurismo, los fifís, la mafia del poder.
Marcelo Ebrard, ya no tiene espacio en Morena; de irse al Movimiento Ciudadano (MC), le restaría votos al Frente Opositor (FAM) y a su abanderada Xóchitl Gálvez; a bote pronto, bien podría apuntalar a la panista. De no irse del partido oficial, será visto como un apestado que exhibió las irregularidades de los castos y puros; y, ¿si se queda y actúa como auténtico caballo de Troya? **hasta mañana DM.
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