Maiceros de Balancán (Maibal)
Mi amor por la gente de Balancán surgió en una vieja escuela preparatoria de la hoy CDMX, la “Benito Juárez”. Ahí conocí a tres tabasqueños, uno de Comalcalco, su apellido era De la Fuente. Otro de Cárdenas, Jorge Fernández Martínez y el tercer de Balancán, Orión Moguel Pérez. A los dos últimos los ví 40 años después de esos años preparatorianos.
Orión tuvo un hermano, Patricio, quien en su mejor época de político me invitó para echar a caminar un mega proyecto que nunca se hizo, una fábrica de harina de maíz. Para el caso se trajo de Monterrey un asesor de MASECA, quién según sus costos, aquello era el principio de una bonanza que Manuel Andrade se encargó de impedir
Todo porque en una reunión con campesinos alguien le falto el respeto picándole el nalgatorio. Eso bastó para que un grupo poderosísimo de aquella época (El Balancán Tenosique), se quedara con ese dinero. Había un tipo de apellido Baños que era perrísimo para robarse la lana. Pero hoy tengo una amiga Luisa del Carmen Cámara Cabrales, que tiene esa encomienda para sacar a Balancán de la miseria y llevarlo a niveles de primera calidad.
Los maiceros de Balancán, con pura agua de temporal, cosechan hasta cuatro toneladas por hectárea. Si Javier May Rodríguez les lleva el agua del distrito de riego que hará en esa región de los Ríos, Balancán tendrá cosechas hasta de cinco o seis toneladas por hectárea. Y con ellas nacería ese viejo sueño de la fábrica de harina de maíz MAIBAL (“Maiz de Balancán”).
Así, los de Balancán ya no tendrán que comprar tortillas nacidas en Monterrey, tendrán su propia fábrica. El sureste empezaría a comer el maíz de Balancán en sus tortillas hechas a mano y chilaquiles con chilito y tomate de monte. Sé que Licha del Carmen lo va a lograr. Ojalá dios me permite estar en la inauguración de ese sueño.
