Los padrinos del verdugo


“Y como ellos no tuvieron a bien reconocer a Dios, Dios los entregó a una mente depravada, para que hicieran las cosas que no convienen” Romanos 1:28
*Hay silencios que matan más que las balas, y complicidades que huelen peor que la sangre seca. En Tabasco, mientras los muertos se acumulaban y las familias enterraban en silencio a sus hijos caídos en la guerra no declarada del narco, una élite de políticos —de todos los colores— decidió proteger al verdugo. No al pueblo. No a la justicia. Sino al verdugo: Hernán Bermúdez Requena, el ex jefe policiaco convertido, -según las autoridades-, en líder del cártel de La Barredora*
*El hedor de su crimen no ha hecho temblar de vergüenza a quienes desde el poder le dieron poder. Al contrario: ha hecho que salgan de sus criptas políticas a defenderlo. Manuel Andrade, fue el primero. Y no tardó en aparecer el ex panista Juan José Rodríguez Prats, cual fariseo de micrófono, apuntando el dedo contra el gobernador Javier May, pero no contra el verdadero responsable de todos esos capítulos de horror*
*Tiempos son estos en los que se abrió el sexto sello y un gran terremoto político sacudió la aldea de los pantanos. El cielo se tiñó de rojo vinotinto y las aguas del Grijalva arrastraron no peces ni lirios, sino cabezas decapitadas, cuerpos desmembrados, pactos y cadáveres políticos insepultos que van dando lástima al chapalear en el río de sangre, exhibiendo sus miasmas y hablando de la negrura de sus corazones*
*Tabasco, ese rincón donde la corrupción se cultiva en macetas institucionales, presencia hoy la Gran Tribulación de una estructura podrida que durante décadas crió monstruos, alimentó verdugos y forjó cárteles desde los palacios del poder. Y cuando el juicio comenzó, no hubo confesiones. No hubo arrepentimiento. Solo culpas lanzadas al viento, como si con eso pudieran salvarse del fuego que se aproxima*
*Ubiquemos: el tema que inunda la agenda no cesa, Hernán Bermúdez Requena, el ex jefe policiaco acusado de ser el artífice del cártel de La Barredora, no cayó por gracia divina, ni por un repentino arrepentimiento de sus padrinos. Cayó porque el peso de su pecado ya era insoportable incluso para el sistema que lo protegía. Pero en vez de clamar perdón por haber sembrado el mal, los patriarcas del pasado han salido a defenderlo.
*Meditemos y entendamos: Manuel Andrade aún cree que portar un micrófono lo absuelve de sus vínculos. Dijo que todo era un complot contra su viejo aliado, Adán Augusto López. Luego llegó Rodríguez Prats, disfrazado de comentarista, llorando por una supuesta “crisis” en Morena, como si el verdadero desastre no fueran los cientos en los cementerios que dejó la policía bajo el mando de su ex subalterno*
*Del panista en desgracia se entiende el lloro, la defensa tiene que ser así de rabiosa, plena de gruñidos y crujir de dientes, aunque ello provoque pena ajena entre quienes tanto lo admiraban y con pesar lo entienden: agradece así los 500 mil pesos de apoyo de Adán Augusto para su cirugía de corazón abierto; iba a morir y respira gracias al senador y jefe de quién indiferente vio segar la vida de tantos seres humanos. Imposible negar que es un agradecimiento bañado en sangre*
*Nadie vio llorar a los quijotes del carnicero, rasgarse las vestiduras ni abrir la boca ¿Dónde estaban cuando los sicarios del Estado aliados al crimen organizado sembraban terror en las rancherías y quemaban Oxxos? ¿Cuándo Bermúdez construía su imperio de muerte con recursos públicos? ¿Acaso no fue Gurría Ordóñez, bajo el ala de Carlos Hank González, quien importó a Rodríguez Prats y su cohorte de tecnócratas cómplices?*
*¿No fueron ellos quienes ficharon a los Adanes, los Jaimes, los Priegos, y por supuesto, al yucateco silencioso que tiempo después ya con poder se volvería criminal? Ahora, cuando el juicio se aproxima, los jinetes del viejo régimen quieren cabalgar de nuevo. Pero no traen justicia. Traen confusión. Ya bailaron y no se sientan. Señalan a Javier May, como si él hubiese gestado al monstruo. Como si fuera May el que metió a la policía al narco y no Adán Augusto*
*Como si la verdad fuera más escandalosa que la evidencia ¿Quién forjó al verdugo? ¿Quién lo ascendió? ¿Quién le dio las llaves de la seguridad pública? ¿Quién se enriqueció mientras corría la sangre? ¡Ellos! Esa caterva de políticos que ahora se escandalizan de las consecuencias. Dicen que todo esto es una lucha intestina dentro de Morena. Y nadie niega que lo sea. Pero May Rodríguez no se manda sólo y el juicio de la historia juzgara a asesinos y denunciantes*
*El pecado de Javier May: haber tenido la osadía de escuchar los lamentos de la sangre derramada que clamaba justicia y carpetas que impiden que se borren los crímenes. Las defensas de Andrade y Rodríguez Prats no enjuagan el llanto, dolor o la sangre inocente derramada ni buscan justicia para decapitaciones o calcinados impunes. Menos elimina la responsabilidad moral de quienes cual alfareros moldearon a Bermúdez como su Frankenstein institucional*
*Lo peor, ni Andrade ni Rodríguez Prats se han desgarrado sus vestiduras ni han pedido perdón a los huérfanos, a las viudas, a los desaparecidos. Les duele más el desmoronamiento de su red de poder que los cuerpos hombres y mujeres, jovencitas y niños ejecutados que yacen bajo tierra, mal llamados daño colateral. Tampoco se las ha visto llorar en sus sepelios*
*¿Dónde estaban cuando el infierno se desbordo? Cuando los cañaverales que antaño dieron sombra a los jornaleros, escondieron fosas clandestinas. El Estado que prometía “a cada paso una solución” dejo como herencia maldita los huesos de la impunidad. No se equivoquen: lo que arde en Tabasco no es solo una disputa política. Es el último capítulo de un modelo que hizo del crimen su brazo armado y del silencio su religión*
*Y como en todo Apocalipsis, los que rehusaron el arrepentimiento serán arrojados al abismo del descrédito. Porque el pueblo, aunque tarde, también juzga. Y no olvida. “Y el humo de su tormento subía por los siglos de los siglos; y no tuvieron reposo ni de día ni de noche aquellos que adoraron a la bestia…” Apocalipsis 14:11. Tabasco no olvida quienes fueron en su momento los padrinos del verdugo*
*Séptimo sello*
*¿Dónde quedó la indignación por los cuerpos sin cabezas y sin nombres? ¿Dónde el clamor por justicia para los desaparecidos? ¿Dónde el mínimo gesto de arrepentimiento por haber criado a la serpiente? No. Aquí no hay mea culpa. Hay cinismo. Aquí no hay búsqueda de verdad. Hay cálculo. Aquí no hay conciencia. Solo conveniencia. Dicen ahora que todo es culpa de May. Que la persecución de Bermúdez es una jugada política ¿En serio?*
*Estos hombres, que en su tiempo lo fueron todo en Tabasco, ahora juegan a los analistas, a los comentaristas, a los inocentes. Pero el historial los desmiente: ellos impulsaron, protegieron y ascendieron a Bermúdez. Lo reclutaron, lo formaron, lo promovieron. Fueron sus padrinos políticos. Y arengan ahora que el monstruo que decapita jovencitas como “el coco” salió bajo la cama y se pasea con nombre, rostro y cártel, quieren convencernos de que no sabían, de que no vieron, de que todo es una venganza ¿Usted les cree?*
*Séptima trompeta*
*La verdad es más sencilla: cuando se reparte impunidad durante décadas, siempre hay un momento en que se pierde el control de los monstruos. No fue Javier May quien hizo secretario de Seguridad a Bermúdez Requena ¡Fue Adán! No fue Pepín quien le abrió las puertas del poder ¡Fue Jaime Lastra! No fue la 4T quien lo blindó ¡Fue el viejo régimen, el PRI, el PAN, el PRIANRD y sus tentáculos! Hay tantas evidencias en contra de Adán Augusto que en Estados Unidos ya lo ubican sentado en el banquillo de los acusados*
*Entendamos: el crimen organizado en Tabasco no nació ayer. Nació en las oficinas del poder. Creció al abrigo de los pactos de gobernabilidad. Se nutrió del silencio de senadores, del cabildeo de asesores, de las nóminas infladas con lealtades oscuras. Ahora que el gobierno federal —el de Claudia Sheinbaum— ha tomado cartas en el asunto y gira una orden internacional contra Bermúdez, los padrinos defienden lo indefendible porque saben que el cordón umbilical también lo lleva a ellos*
*Séptima copa*
*¿En verdad piensan que Movimiento Ciudadano en Tabasco puede hacer algo con seriedad y transparencia? Con todos esos perfiles más bien parece una “cuerda” al penal de Huimanguillo, imagine: Ricky Arcos, Alfonso Baca, Armin Marín, Beto vega; tanto cinismo reclama espacio por separado. Vienen tiempos en que ante tanto pillo suelto, MC tendrá espacio propio en Armagedón*