La silla del Águila y los candados del poder


“Asombraos; porque haré una obra en vuestros días, que aun cuando se os contare, no la creeréis” Habacuc 1:4
*Desde el primer día, la presidencia de Claudia Sheinbaum ha sido un vía crucis. La silla del Águila no es trono de gloria sino la “puerta negra” cerrada con tres candados, pesada, oxidada, vigilada por las sombras de los que nunca sueltan el poder. Cada movimiento suyo es escrutado, cada respiro convertido en motivo de insubordinación, rebeldía, burla o agresión desde las cámaras de senadores y diputados*
*Como si la guerra interna no bastara, la herencia de un ejercicio delictivo monumental amenaza con devorar cualquier intento de independencia al gobernar. El abuso constante, las zancadillas de su propio partido, las redes de corrupción heredadas: todo ha llevado a Sheinbaum a un punto de inflexión, al borde del no retorno, a caminar sobre la cuerda floja de lo irremediable. Gusanos heredados amagan con corroer los cimientos del palacio presidencial*
*A diferencia de otros tiempos, no se enfrenta a simples opositores; carga con los fantasmas de traiciones incubadas y fetos de corrupción que están siendo abortados ante el excelente trabajo de Omar García Arfuch que barre las escaleras de la corrupción de arriba hacia abajo y viceversa. Para colmo, Donald Trump ha apretado la soga con precisión quirúrgica. Sus presiones, abiertas o veladas, exhiben lo que se intentaba ocultar bajo alfombras vinotinto*
*La convivencia descarada entre fuerzas de seguridad y delincuencia. Cada revelación es un golpe seco en la mesa, un recordatorio de que el imperio sigue dictando el compás al sur del Río Bravo. La entrega de Hernán Bermúdez Requena, pieza clave de “La Barredora”, no fue casualidad sino una simple cereza venenosa en el pastel podrido de la delincuencia organizada y el huachicol fiscal*
*Ese fraude metastásico que corrió por la Marina, por Pemex, por las aduanas y que aún hoy no deja de soltar gusanos, como un cadáver que se niega a pudrirse del todo. El libro de Daniel dice que “el Altísimo gobierna el reino de los hombres y lo da a quien Él quiere”. Hoy, esa presidencia luce más como un tribunal heredado que como un palacio. Sheinbaum gobierna entre candados, deslealtades y fierros*
*A diario las noticias son de un país donde cada día salen a flote los monstruos emigrados y enquistados en Morena que incubaron gobiernos pasados del PRI, PAN y PRD. Por ello, la frase de Claudia Sheinbaum cayó como piedra en el estanque turbio de la política mexicana: “No vamos a defender a nadie, si resulta que es culpable.” Sonó solemne, pero también calculada*
*El eco de esas palabras no solo rebotó en el nombre de Hernán Bermúdez Requena, el exsecretario de Seguridad de Tabasco, ahora convertido en símbolo de la podredumbre que carcome las instituciones y contamina -además- la agenda pública. El contundente señalamiento -carambola de tres bandas- pegó también en la sombra inevitable de Adán Augusto López Hernández, otrora hombre fuerte de Tabasco y del propio obradorismo*
*Sonó a un deslinde tan anunciado como necesario, Sheinbaum investida como guardiana de la silla presidencial miró al pasado y recordó que López Obrador, siendo presidente, fue quien ordenó la destitución de Bermúdez cuando se supo de su “involucramiento”. Ella añade la promesa de que se revelará cómo empezó a tejerse la telaraña de complicidades. El relato es claro: se actuó, se cortó la cabeza, y ahora toca exhibir el cuerpo*
*Bermúdez fue entregado en bandeja desde Paraguay, no por extradición sino por expulsión, como quien desecha un despojo incómodo. La inmolación pendiente, tiene rostro, nombre y apellido. El guion parece escrito con tinta bíblica: un cabrito -que no cordero- cargará con los pecados pendientes de facturar. El siguiente en la lista no es un policía venido a menos, sino un político que caminó por los salones del poder presidencial: Adán Augusto*
*Él mismo que aspiraba sentarse en la silla presidencial y ahora escondido tras el fuero dice estar dispuesto a declarar ¿Valentía? ¿Descaro? ¿Confianza que el manto protector cubre sus hombros? ¿Sobre valora justicia y conveniencia? Ubiquemos: Adán Augusto contamina con su pasado y poco a poco sigue manchando todo con sus multimillonarios e incontables empresas, socios y negocios obscuros, es pues, el Genaro García Luna del sexenio de Andrés Manuel*
*La fetidez y pestilencia del sarcófago ha obligado a la presidenta Sheinbaum a que desde el púlpito presidencial, sentencie que nadie será defendido si resulta culpable. El “si” es un condicional que abre grietas: para evaluar la prudencia de Claudia Sheinbaum habría que ponerse en sus zapatos, teniendo enfrente las presiones de Donald Trump que demanda un pez gordo en la mesa de los sacrificios*
*Al cierre del primer año Claudia Sheinbaum ya comenzó a gobernar y no puede bajar, sabe que la piedra angular de su gobierno es el combate a la inseguridad y la corrupción del huachicol fiscal, haber fortalecido a Omar García aumentando el 64% ha sido uno de sus mejores aciertos, México enfrenta la disyuntiva entre el gobierno de la silla del Águila y los candados del poder*
*SÉPTIMO SELLO*
*La agenda nacional atorada en el huachicol fiscal y la cloaca naval. El escándalo que estalló en la Marina no es un simple capítulo de corrupción de uniforme planchado. No se trató de unos cuantos marinos extraviados, como quisieran venderlo los comunicados oficiales. Es, a todas luces, toda una estructura delictiva que corrió como gangrena por cada puerto, cada aduana, cada válvula de gasolina*
*El cáncer fue metastásico. En los pasillos de Pemex, los nuevos altos mandos confiesan en privado que siete de cada diez litros de huachicol fiscal terminaban vendiéndose de manera “natural” en gasolineras del país. Natural, como si el saqueo formara parte del ciclo vital de la nación. La versión oficial del fraude colosal, de ese tamaño es el fraude: jamás imaginado en toda la historia*
*SÉPTIMA TROMPETA*
*No hablamos de bidones escondidos en una troca vieja, sino de un atraco industrial, planificado, sistemático. La nación convertida en botín. Y en este mapa del saqueo aparece un nombre que muchos prefieren no pronunciar en voz alta: Mario Delgado. Hoy secretario de Educación, ayer cerebro financiero del huachicol fiscal. Calladito, “nada de muertito”, el hombre que organiza a niños para cantar el himno en las escuelas, fue el mismo que organizó la danza macabra de los miles de millones drenados del erario*
*Lo silencio cómplice más extraño aún: es el silencio sepulcral de quienes deberían estar escandalizados. Ni los coordinadores de senadores ni los diputados federales han abierto la boca. Morena en pleno guarda mutismo, como si estuviera hipnotizada. Ni Luisa María Alcalde se digna a redactar una línea de indignación. Y mientras tanto, en el aire queda flotando la falta de respaldo tácito a las versiones de Andy y Bobby, quiénes juran no haber promovido amparos*
*SÉPTIMA COPA*
*El juicio moral: en Jeremías 6:13 se lee: “Porque desde el más chico de ellos hasta el más grande, cada uno sigue la avaricia; y desde el profeta hasta el sacerdote, todos hacen engaño.” Esa palabra es retrato fiel de lo que hoy vivimos: un país devorado por quienes juraban defenderlo. El gusanero se ve y está escrito: la cloaca naval abrió la compuerta y reveló que el saqueo no tuvo rangos ni colores partidistas*
*Aquí todos respiraron las nubes del poder, pero nunca pensaron que un día llegarían las nubes de la adversidad y del juicio. Ahora la nación aguarda, entre incredulidad y furia, si esta vez habrá castigo verdadero o si el almirante José Rafael Ojeda Durán salvará el pellejo y como siempre, los peces gordos volverán a nadar libres en el mar de la impunidad*