La hora de MC en Tabasco
Con un abrazo solidario para el colega Jacinto López
Como fuerza política emergente, Movimiento Ciudadano (MC) se encuentra en un momento crucial en su corta historia en Tabasco: aprovechar la inercia de la enanez de la oposición y crecer o bien convertirse en un partido más del montón.
Frente al cada vez más visible hastío ciudadano con el espectro opositor no solo del edén sino del país, el instituto político de Dante Delgado se enfrenta a un dilema en la tierra de Andrés Manuel López Obrador.
En lo que va del año, el partido naranja se ha ido nutriendo de políticos tradicionales, si entendemos por tradicional a lo que ya existía en el sistema partidista mexicano.
Es cierto que el veracruzano Dante emergió del PRI, pero ante el colectivo ya no representa esas siglas y la percepción social lo ubica como figura antisistema.
Vaya, y es que en varios municipios tabasqueños hasta morenistas bateados por la nomenclatura de su ahora ex partido han emigrado a la fuerza cuya figura principal es Luis Donaldo Colosio Rojas.
Quién sabe si por coincidencia, aunque en política nada es casual, pero los cuadros municipales que han emigrado son considerados parte del equipo del senador Adán Augusto López Hernández.
Es más, en círculos políticos se asegura que ante el desencuentro entre el presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara Alta y el gobernador Javier May Rodríguez, el primero ya instruyó a los suyos para dar la pelea interna desde otros partidos, y aquí es donde se completa la ecuación con el fosfo fosfo.
En resumen, el movimiento de Dante debe aprender aritmética política y hacer la suma de los negativos que se está echando a la espalda.
O bien sacar las cuentas de lo que representa llevar a su causa a personas sí con perfil político, pero sin historias que pesan más que una losa y que pueden terminar por aplastar a MC y dejarlo en el suelo como uno más del montón.
Aún hay tiempo.
