La batalla a muerte que no se ve


Los gobiernos revolucionarios entraron en un “atascadero” moral que terminó con la democracia que estaba naciendo.
Felipe Calderón, Vicente Fox y Enrique Peña Nieto fueron mandatarios que destruyeron las virtudes de una república que queriendo aparecer como “muy pareja con todos”, dio paso al PAN como el partido en el poder. Los panistas destruyeron la autoridad.
Y el país dejó entrar al último déspota: Carlos Salinas de Gortari. México sustituyó a los cárteles colombianos. Y de aquel país que tuvimos, este se convirtió en un país de viciosos y matones. Tabasco -estado aparentemente libre y sin “tacha”- se volvió igualmente adicto.
Si no pasara eso, no existirían los cárteles de la droga. Existen porque hay adictos y consumidores. Eso lo refleja nuestra destruida educación. Abuelos y padres de familia de las dos generaciones antes que la de nosotros, han mal educado en valores a nuestros niños y jóvenes.
Y los maestros han sido rebasados en su mentalidad educadora. Para los maestrtos todo son el sindicato donde militan y el dinero que creen que merecen.
Por eso la batalla que libra el comandante García Harfuch contra ejércitos verdaderamente temibles en la zona del Océano Pacífico, es una descarnada batalla por recuperar el México atrapado y después abandonado por Felipe Calderón, Vicente Fox y Enrique Peña Nieto.
Ese trabajo de Harfuch se refleja en Tabasco. El Comandante Serafín Tadeo Lazcano, está haciendo un estupendo trabajo de inteligencia para nivelar el barco.
Con el terreno que han recuperado se pretende que los capitales foráneos inviertan en el estado. La pelea contra los cárteles de la violencia es implacable y cruenta. Tabasco la resiente todos los días.
Otra guerra que se libra a través de la Secretaría de Finanzas, es el pago de impuestos. Tan necesarios para pagar los cinco grandes proyectos donde descansará la economía del estado. Cada uno de ellos cuesta 5 mil millones de pesos…
¿Dónde conseguir esos 25 mil millones que se necesitan para fincar el Tabasco del futuro?