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Juntos, pero no revueltos.

Juntos, pero no revueltos.

Juntos, pero no revueltos.
Por: Mario Gómez y González

Coloquialmente, levantarle la mano a alguien, significa que la persona que lo hace está manifestando su aprobación o está de acuerdo con algo.

Sin embargo, en términos de la política-particularmente en la que se practica en Tabasco- el levantamiento de la mano por parte de Adán Augusto López Hernández, a Javier May Rodríguez, fue a todas luces poco ortodoxo y generó comentarios y reflexiones por quienes gustan de analizar los hechos.

Durante el evento donde a Javier May, le fue entregada la constancia como candidato de Morena al gobierno de Tabasco en el proceso electoral de este año; Adán Augusto López Hernández, le levantó la mano en dos ocasiones (solamente en dos), que no pasaron (ni deben pasar) desapercibidas por la clase política Morenista y la estatal.

La primera vez que le alzó la mano, lo hizo a las espaldas de Javier May Rodríguez y, la segunda, ya lo hizo de frente, pero no en el presídium, sino debajo de la tarima, por lo que este hecho genera toda clase de suspicacias.

De entrada, a Adán Augusto, le urgía estar en Tabasco para disque lavar su nombre-verbi gracia su administración fallida-, pero también para mandar un mensaje claro a la clase política local, a Morena y a los tabasqueños: “aquí sigo mandando yo”.

Prueba de ello, es que le levantó la mano a May (Adán Augusto, está a “gusto”), en el marco que ya tenía oficialmente su escaño asegurado en el Senado de la república. El rancho es mío, pese a que no estoy en mi mejor momento; prueba está de que, jamás hubiera querido que el candidato-y seguro próximo gobernador-fuera precisamente Javier May.

Adán Augusto, no cambia, ni ha cambiado, ni cambiará; es ventajoso en todo-muchos lo recuerdan por el mote del judío-, porque goza burlándose de la gente y de los que lo rodean.

Se refiere a su homólogo-el exgobernador Manuel Andrade Díaz- como su “hermano”, pero con mandatario nunca lo peló (solo para abrazarlo y juguetearlo), pese a que Andrade, interfirió a su favor, en tiempos de Roberto Madrazo, para que Adán, fuera el gobernador interino en vez de Enrique Priego Oropeza.

Insistimos, a Adán, se le quemaban las habas y los pies, por reaparecer en Tabasco; era necesario, a pesar de que el evento era de Javier May (disque para solidarizarse con él y obtener beneficios); en esa razón habrá que estar muy atentos a lo que pase con el último reducto del Adancismo en la entidad.

Lo del pasado miércoles fue un gesto obligado; realmente, usted cree amable lector que ¿hay reconciliación en Tabasco?; lo del Hilton, es como lo de los matrimonios que se están separando; pero eso sí, posan juntos, sonrientes y abrazados, para las fotos de las páginas sociales; luego, cada quien por su lado y a lo suyo.

De modo, que el abrazo, el levantamiento de la mano, la promesa de caminar juntos, las sonrisas, las fotos y todo lo que usted guste y mande, solo fue parte del escenario montado; ya veremos durante la campaña, hacia donde “jalan” los Adancistas, pero no transitarán sobre los rieles del tren.

Obviamente que Javier May, lo sabe perfectamente; tendrá que trabajar al máximo de sus capacidades y con los que les son leales; el comalcalquense no se confía ni debe confiarse; lo que él no haga por su causa, los “otros” no lo harán, puesto que ellos estarán en los suyo.

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Sabe May, que el Adancismo, lejos de sumarle, le podría restar sufragios y simpatías- y su compromiso es con Claudia Sheimbaum y con AMLO- cada quien con su cada cual y por sus respectivos lados.

De que va a ganar Javier May, va a ganar; no hay la menor duda, pero se trata de que los márgenes no sean tan estrechos; May es chambeador, es todo terreno; el territorio será su escritorio.

Sería un craso error, que May, creyera en las buenas intenciones del Adancismo; vaya, ni Claudia Sheimbaum, confía en Adán; a como tampoco confía en Marcelo Ebrard, ni en Ricardo Monreal; los tiene cerca y bien vigilados: ¿lo hará Javier, con los Adancistas?… es pregunta.

Jaque Mate** “Nos va a tocar entregarle a un enemigo”, le dijo el gobernador Carlos Manuel Merino Campos, a un grupo selecto de funcionarios de la actual administración, identificados con Adán Augusto López Hernández** el que entendió, entendió, dijera el político jonuteco** buen fin de semana** hasta el lunes Dios mediante.

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