Jonuta debió también ser Pueblo Mágico
DOBLEFILO
POR HOMERO T. CALDERÓN
Este periodista ama cada pueblo de Tabasco. La naturaleza puso en cada uno de ellos un pincelazo de amor. Son hermosas atracciones para que a la hora que necesitas irte a tu casa sin ellos, una pregunta te asalta: ¿de verdad quieres irte ahora o te quedas para siempre aquí? Yo conocí Tabasco por dos de esos pincelazos de amor.
Uno, cuando en mi escuela secundaria de ciudad Mante, a la hora d escoger un libro en la biblioteca, mis manos extrajeron un libro de don Ramón Galguera Noverola. El otro, cuando a los 17 años asistí a la XEW de la CDMX, y conocí a Dora María, la chaparritas de oro, con ese hermoso cuerpo de tabasqueña en plena infloración. ¡Bendita seas, chiquita!…
Con los años he recorrido legua tras legua de los caminos de Tabasco. Conozco de él rincones inverosímiles. La naturaleza está en cada detalle de la arquitectura tropical. Un día, en un bar de Lisboa, capital de Portugal, después de una opípara comida, conté una historia que aprendí del “Negro” Pascual Bellizzia Castañeda.
La salsa Tabasco, empresa trasnacional norteamericana, impuso el nombre de nuestro estado a su picante producto surgido de una historia de amor entre una chica de Nueva Orleans y un hortelano de origen chino que regaló por amor, una “puscagua” con chile tabasqueño a la francesita. Cuando dos semanas después la chica llegó a Nueva Orleans, el chile estaba en plena maduración.
Sacólo de inmediato y una de las damas de su cocina preparó tres porciones, una para meterla en un “bush” y otra para regalársela de broma a un comerciante francés quien la llevó a Europa y de allá regresó con algunos pedidos. Afortunadamente, la cocinera también sembró en la huerta un almácigo de chile tabasqueño.
A la hora de comercializar el producto le impusieron de manera espontánea el nombre de “Salsa Tabasco”. Eso nos internacionalizó.
Bien, hoy solo quiero manifestar mi regocijo porque Teapa y Centla son los dos pueblos mágicos nombrados este año. Faltó Jonuta, donde mi amigo, el presidente municipal Erik Garrido, trabaja desde antes que salga el sol para que Jonuta sea ese pueblo mágico que encante a los viajeros que atraviesan medio planeta para disfrutar esta adorable porción de tierra y agua.
Mi querido amigo Erik, no te desesperes, JONUTA tiene ese toque milagroso que hace que los ojos del caminante disfruten cada centímetro de la belleza natural que DIOS, con su infinito amor, le envió a tu hermosísimo pueblo para que todos lo gocemos. ¡QUE JONUTA SEA EL PRÓXIMO PUEBLO MÁGICO de la república!..
