Jesús Alí: ¿Traición o Ingratitud?
Para Usted
Mario Gómez y González
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La biografía política de Jesús Alí de la Torre está llena de traiciones e ingratitudes. Corría el año de 1988, cuando la campaña política de don Salvador José Neme Castillo, para Gobernador del Estado, un joven orador, se había colado al primer círculo del entonces candidato; era Jesús Alí de la Torre, hijo del respetable y afectuoso Don Víctor Alí Ross, próspero empresario en el ramo de servicios de banquetes.
Chucho se le pegó (cargándole el portafolio) desde ese entonces a Don Pedro César Ocampo Ramírez, quien era una especie de asesor especial, escuchado y respetado por el popular, carismático y auténtico “Caballero de la Amistad” Chavo Neme.
Al finalizar la campaña, fue designado director de recursos humanos de la ex Oficialía Mayor de gobierno (con don Manolo Manrique Cortina); al concluir anticipadamente, la administración Nemista, Chucho se refugió en el Instituto de Cultura (ICT), donde Matías Antonio Ocampo Echaláz (MAO), hijo de Don Pedro César, había sido designado por el Gobernador Manuel Gurría Ordóñez.
Después, Alí de la Torre emigró a Ciudad de México, sin avisarle a nadie, donde se puso a las órdenes de Arturo Núñez Jiménez, entonces subsecretario de gobernación del gobierno federal.
A pesar que José Antonio Pablo de la Vega Asmitia le dio entrada en el equipo cercano a Núñez, Chucho, no dudó en volteársele y cuando Pepe Toño fue candidato a diputado federal priista y chapulineando al PAN, fue impugnado por Alí de la Torre y de la Vega perdió esa posición que había sido negociada por Núñez.
Desde su posición de diputado federal, Chucho torpedeó a Manuel Andrade Díaz, a quien le habían impugnada y anulado la Gubernatura del año 2000; junto a Lorena Beauregard-también legisladora federal- combatieron que Manuel Andrade, fuese de nuevo candidato del PRI a la gubernatura.
Aun así, Andrade Díaz le cedió la Fundación Colosio a su ex compañero de la técnica número 9 y le dio participación política que le permitió primero ser diputado local y luego alcalde de Centro, ganándosela rogándole tanto a Andrés Rafael Granier Melo, como a Humberto Mayans Canabal, a quienes les juró lealtad perruna.
Logró ser candidato a gobernador, a pesar de estar por debajo de Luis Felipe Graham Zapata en todas las mediciones y encuestas. Ya siendo candidato desconoció a Benito Neme Sastré, quien le consiguió la candidatura por su cercanía con Enrique Peña Nieto -su compadre- de ahí vino la estrepitosa derrota, donde Chucho pedía el voto cruzado contra Graham Zapata, lo que finalmente los arrastró a ambos, triunfando Arturo Núñez y Humberto de los Santos Bertruy.
Esa es parte de la biografía ingrata de Jesús Alí, pero “aún hay más”; en plena campaña a la gubernatura, donde él competía como independiente, Alí de la Torre negoció su ingreso al nuevo gobierno, encabezado por Adán Augusto López Hernández, quien le otorgó un cargo donde pudo colocar a sus piezas como José Rubén Fernández, Oscar Azcona, Manuel Vargas, entre otros.
En las intermedias de 2021 se lanzó a buscar de nuevo la alcaldía de Centro -ahora por MORENA- como si la ciudadanía olvidara su penoso paso, donde solo se dedicó a agredir el paisaje urbano, como lo hizo en Paseo Tabasco, al imponernos el MUSEVI, armatroste de fierro que luce semi abandonado como baño de vagos y menesterosos.
Temeroso de estar en la banca, fue en muchas ocasiones a la secretaría de gobernación a suplicarle a Adán Augusto, lo reincorporara al servicio público y gracias a Pepe Toño de la Vega (aunque hay la versión que su hermano Víctor- amigo personal de López Hernández- fue quien intervino por él), le dieron la delegación del INFONAVIT en Tabasco.
Este domingo corrió en redes sociales y diversos chats la imagen de la ingratitud, personificada por Jesús Alí, al ir a “saludar” a Javier May Rodríguez, durante su inicio de recorridos para buscar la candidatura al gobierno del Estado.
Claro, el oriundo de Comalcalco sabe la catadura moral de Chucho Alí, quien ya le había incrustado de hace meses a César Rojas Rabelo y a Jorge Broca Morales, quienes forman parte de su estado mayor.
No duden que en estos días veamos más espontáneos como Chucho Alí, sumándose al Tren de Comalcalco, sin embargo, él (JMR), sabe que, quien traiciona una vez, traicionará toda la vida. Ahí queda eso.
En la Línea de Fuego** Ni para dónde buscarle, Adán Augusto López Hernández, es hechura de Andrés Manuel López Obrador; a como también lo es Claudia Sheinbaum** por lo tanto la ex corcholata tropical, es “reutilizable”, de acuerdo a lo que, en determinado momento, se le presente o se le ocurra, al oriundo de Macuspana** el que entendió, entendió, dijera el filósofo jonuteco.
En La Línea de Golpeo** Por cierto, al encargado de este rancho llamado Tabasco, el gobernador Carlos Manuel Merino Campos, le urge un poder legislativo a su favor, puesto que las cuentas públicas les serán calificadas a él** Adán Augusto, estaría lejos de ese “infierno”.
Los Malosos** En efecto, la presencia de Javier May Rodríguez, de manera ya permanente en Tabasco y sus escenarios político-electorales, rompe los esquemas sucesorios en las 17 presidencias municipales de la entidad y-obviamente- en la conformación de la próxima legislatura, a finales del 2024.
Jaque Mate** “No seré la tercera en discordia, sino la primera en concordia”, dijo una fuerte aspirante a la candidatura de Morena, al gobierno de Tabasco en el 2024 y sus razones no le faltan**cheque usted** goza de la estima y aprecio personal de Andrés Manuel López Obrador; lo mismo que de su hijo Andrés López Beltrán (“Andy) * pero eso no es todo, también está en la lógica y los afectos de Octavio Romero Oropeza y de Javier May Rodríguez* y lo anterior solo para abrir el apetito y esperar el plato fuerte, pues no está confrontada con nadie y tiene capacidad de interlocución con todos y, también, con “las otras dos”** adivine!!** fue todo por hoy** hasta mañana Dios mediante.
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