Hasta pronto, Rosalinda, hasta pronto
Despedirse para siempre de alguien a quien trataste en vida con mucho afecto por lo que significó en nuestra sociedad heterogénea haciéndola homogénea, es algo que remueve todas las partículas que el corazón te trae a la mente. Un buen día la conocí cuando buscaba ser senadora de la república. Fue hace muchos años. Dos varones intercedieron para que yo la amase para siempre. En 27 de febrero, una tarde, Gilberto Mancilla, un activista que llegó a Tabasco con el PRI me dijo: “dale una palabra de aliento. Busca ser senadora de la república”. Yo no le creí, me pareció tan frágil y sin embargo, a la hora de emparejar mi automóvil junto a su menudita figura, ella, amable me entregó una rosa de un ramo de donde las jalaba diciéndome: “Si votas por mi en la próxima elección, ayudaré a Tabasco”. Yo le creí de inmediato, ¿por qué dudaría de sus dulces palabras?.
Unas semanas después, otro varón, el “Tigre”Arturo Abreu, me dijo: “Rosalinda te invita a que hagas campaña con ella, caminando entre la gente. Buscará penetrar en nuestra sociedad buscando que le de el voto para ser senadora de la república. Me integré a su grupo de acompañantes y después de una hora decaminar a su lado, tuve que pedirle disculpas porque sus menudos pies eran tan, pero tan resistentes, que no le aguanté el ritmo.
Hoy, sus piecesitos ya no caminarán más, la Muerte, la Gran Señora, decidió llevársela a una de sus dimensiones de descanso. Ya no estará más Rosalinda caminando entre nosotros. Estará –quizá- en un jardín junto a Dios, para decirle, “Ahora sí señor, todas las tareas que me encomiendes serán totalmente para ti. Rosalinda está en estos momentos a punto de entrar al fuego crepitorio donde su cuerpo será preparado para irse al Reino del Señor más poderoso del Universo. Que en Paz descanse para siempre la pequeña hormiguita atómica. Que en paz se posen sus piecesitos pequeños llenos de amor al trabajo. Ya no estará más con nosotros. Hasta pronto, querido Rosalinda, AMÉN, AMÉN, AMÉN…..