El nuevo rico y el Tabasco pobre
Cada quien puede buscar dinero y meterlo al banco. Sobre todo cuando la base es el ahorro y no la acumulación por influencia política. Cuando esto se da no es legítimo, es oportunismo puro. Eso le ha pasado a varios de los políticos que “trabajan por Tabasco”. Los negocios los empezaron muchos males representando a Tabasco en la Cámara de Diputados.
Con ese tipo de bandidaje hasta yo que soy muy pendejo pude acumular capital. Puedo hacer aquí una lista de esos personajes, pero no es mi intención del joder por joder.
Existen regiones de Tabasco muy pobres, sobreviven de la siembra de maíz, frijol, calabazas y chile en pequeñas producciones. No tienen medicina ni para untársela en el pecho cuando les duele. Sus centros de enseñanza son de estructura muy básica, No hay suficientes escuelas de nivel medio superior y mucho menos bibliotecas con ejemplares suficientes para obtener una mediana cultura para sobrevivir a la Ley de la selva.
Porque en Tabasco ya no hay selva. Y digo esto porque un amigo tabasqueño que trabaja en el medio del cine y la televisión recibió una oferta de la CDMX. Le pedían un documental para hablar de la selva tabasqueña.
No pudo cumplir dicho encargo, o mejor dicho, cumplió a medias, pero tuvo que realizar su trabajo mediante permiso de las autoridades guatemaltecas, quienes le permitieron filmar su selva que aún no está completamente destruida.
A este grado hemos llegado, ergo entonces, en los municipios de la frontera con Guatemala, sin recursos, sobre explotada la madera, tienen que sembrar pequeñas milpas para comer. Hablo de algunas regiones de Macuspana, de Jonuta y Balancán. A cambio hay en Tabasco hombres de negocios muy ricos, como Adán Augusto López Hernández, con un pueblo pobrísimo, sin médicos ni salud, cundidos con enfermedades que hasta ahora la Secretaría de Salud no puede resolver.
Ese pueblo cree en Javier May Rodríguez. No cree en los Adán Augusto López Hernández, el último rico multimillonario que el sistema creó. “Ni pecs”…