El legado continúa
Concluirá en una semana su mandato, pero el legado de Andrés Manuel López Obrador continuará desde la construcción del segundo piso de la Transformación que encabezará la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo desde el 1 de octubre y desde el trabajo político en la dirigencia de Morena a partir de ayer con su hijo Andrés Manuel López Beltrán.
Con 36 millones de votos a su favor que fue también un refrendo al gobierno de Andrés Manuel López Obrador y con 24 gubernaturas, Morena se encuentra en su mejor momento y crecimiento exponencial que deberá consolidar en la elección del 2027.
Es ciertamente ya un partido dominante y recién lo demostró con la aprobación de la reforma al Poder Judicial en la Cámara de Senadores y Diputados.
Desde este domingo, aunque no guste a sus adversarios políticos, Andrés Manuel López Beltrán tomó la estafeta que su padre de facto ya le dejó como su más fiel y leal representante a solo una semana de dejar el cargo. Tiene su propio trabajo y capital político que por supuesto se ve potenciado por el de su padre.
Su designación como secretario de Organización -que le asegura un trabajo de territorio con la militancia en todo el país – es el inicio formal de su carrera partidista y junto con María Luisa Alcalde como presidenta de Morena, representan el relevo generacional que en términos prácticos le viene bien frente a los ciudadanos que atestiguan el nacimiento de una nueva clase política.
La advertencia del Presidente saliente de que no caigan en las mismas prácticas que sus adversarios que caminan a la extinción, es pertinente. Para muchos morenistas que ejercen y ejercerán el poder político y público, su mayor desafío será no caer en las tentaciones de la corrupción y la impunidad, pero sobre todo de no alejarse de los ciudadanos como lo hizo el PRI con sus dirigentes neoliberales que lo llevaron a las derrotas.
Los morenistas con sus nuevos liderazgos desde los gobiernos y el partido tienen todas las condiciones para mantenerse en el poder durante muchos años, con una oposición que será testimonial, y permanecer en el mismo y en el animo será proporcional al bienestar de las familias mexicanas.
La responsabilidad mayor, sin embargo, será la que tenga Andrés Manuel López Beltrán desde Morena para que el legado de su padre, en el país, y en Tabasco en lo particular, donde se fortalece también, se mantenga y acreciente en los próximos años. Tiene todo para que con su desempeño, pueda erigirse en un digno sucesor de su padre en la misma presidencia del país.