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¿El de atrás paga?

¿El de atrás paga?

¿El de atrás paga?
Por: Mario Gómez y González

Eso de andar en transporte público a temprana edad le deja a uno una serie de aprendizajes que en ningún otro lado los puede adquirir; después del mediodía, como a las dos de la tarde con el sol cayendo de plomo, esperando el camión para regresar a casa así como un grupo de compañeros ansiosos para abordar el transporte; el pelotón se preparaba para el abordaje y entonces de la manera menos civilizada y sin importar el resto de los usuarios se iniciaba la trifulca para evitar ser el último en subir, porque según los cánones urbanos, el de atrás pagaba.

De verdad, pensar que Javier May Rodríguez-abanderado de Morena al gobierno estatal- pudiera perder la próxima elección local, equivaldría a recordar cómo cuando un niño de primer año de primaria, se peleaba con una de sexto grado, a la salida de la escuela o durante el recreo; ya se sabía quién ganaría. Ni cómo explicarlo mejor.

En la lógica “Maycista”, la derrota no está “agendada”; sin embargo, existe la preocupación interna, del cómo le entregarán el gobierno estatal; es decir, saturado de problemas, boquetes financieros, compromisos y promesas no cumplidas, carencias, valemadrismo, burlas y toda la carga negativa-que no es poca- del paso de Adán Augusto López Hernández y Carlos Manuel Merino Campos, por la administración estatal.

Un territorio minado por todas partes; con cloacas bastante destapadas y con visos considerables y serios de hartazgos, porque se les dio todo el poder (cero contrapesos), pero pese a ello, los resultados fueron adversos; no hubo desarrollo, ni se superaron los rezagos.

De ahí que varios de los compromisos, promesas y discursos de su campaña y recorridos son en torno a acciones que le devuelvan a los tabasqueños la fe en las instituciones gubernamentales; que los habitantes sientan que son parte de un gobierno que sí los va a escuchar y los va a atender; que va a trabajar por ello, antes de pensar en el beneficio personal.

Las instituciones públicas de Tabasco se encuentran rebasadas totalmente ante la problemática existente y las desatenciones oficiales por mejorar el rumbo y enfrentar con proyectos, planes y estrategias, las condiciones y escenarios que se fueron dando desde el inicio del actual gobierno.

La actual administración de izquierda de Tabasco, jamás pegó o hizo clic con los tabasqueños; los funcionarios se dedicaron a los negocios y a la buena vida; y como les cayó “como anillo al dedo”, la pandemia del covid 19, hubo motivos suficientes para no hacer nada o, mejor dicho, justificar la parálisis y el dejar ser y dejar pasar.

Un gobierno como el actual-que ya se va-no puede repetirse durante el próximo ejercicio constitucional; las condiciones son y serán totalmente distintas, lo que demanda y hace imperativo un gobierno de territorio y no de escritorio, donde los funcionarios salgan a la calle al encuentro con la problemática; escuchar al pueblo y juntos encontrar las soluciones.

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En Tabasco sí existen problemas, dificultades y carencias; mentira de que el tabasqueño sea “feliz, feliz, feliz”; de que seamos el ombligo del mundo, la última Coca-Cola del desierto, el centro del universo, la octava maravilla del planeta y que por nuestro territorio corran ríos de leche y miel.
Tabasco, no es la entidad de las maravillas, que hasta la misma “Alicia”, envidiaría.

Jaque Mate** Comienzan ya a circular los nombres, entre los cuales, el próximo gobierno de Javier May Rodríguez (seguro ganador de las elecciones), decidiría para ocupar el cargo de Magistrado Presidente del Tribunal de Justicia Administrativa de Tabasco (TJAT), anteriormente conocido como Tribunal de lo Contencioso Administrativo (TCAT), veamos** Lázaro Bejar Vasconcelos, actual magistrado de esa institución** lo mismo que Rúrico Domínguez Mayo y Javier Augusto Nucamendi Otero** sin embargo, los seguidores de Carlos Benito Lara, ya lo ubican –y de hecho ya lo dan por hecho- en la presidencia del TJAT, ya que su principal carta credencial es ser hijo del profesor Rodolfo Lara Lagunes, profesor de civismo del presidente Andrés Manuel López Obrador, y quien nuevamente mostraría músculo e influencias para ubicar a un familiar en puestos importantes de la administración estatal, tal a como lo hizo con Sheila Guadalupe Cadena Nieto (pareja sentimental de su hijo), en el gobierno de Adán Augusto López Hernández** y, ¿mujeres?, pues ahí están Juana Inés Castillo Torres, quien cuenta con gran experiencia como jurista: jueza civil, magistrada presidenta del tribunal electoral y magistrada del tribunal con más de 35 años de experiencia** y como es tiempo de las mujeres, anote usted también a María Elvia Morán Peralta, secretaria general de acuerdos de la institución y con más de 30 años de experiencia jurídica, en tiempos de Pedro Javier Reséndiz Medina** ojo: ella se puede colar vía Efraín** ya corren las apuestas y las quinielas** fue todo por hoy** hasta mañana Dios mediante.

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