El de AMLO, el sexenio más violento
Por: Jesús Torres
Testigo fiel
Una de las peores herencias que dejará el gobierno de López Obrador a quien lo suceda en el cargo en el 2024 será la imparable violencia que vive el país.
El inquilino de Palacio Nacional queda a deber a todos los mexicanos en materia de seguridad pública al haber otorgado un trato preferencial a los delincuentes bajo el lema: abrazos no balazos.
Su fallida política para hacer frente a los criminales ha propiciado que su sexenio sea el más violento de la historia de México.
Vamos, los gobiernos de Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Felipe Calderón, Vicente Fox y Enrique Peña Nieto se quedaron cortos ante la ola de homicidios que se han registrados en casi cinco años de administración del originario de Macuspana.
Mientras López Obrador y su partido Morena se encuentran inmersos en el proceso electoral de 2024 los índices de criminalidad en el país siguen a la alza.
Sólo para que se de una idea de lo preocupante de la situación, entre enero y septiembre de 2023, mil 955 mujeres han sido asesinadas en México, estos es, un promedio de 10 feminas por día han perdido la vida en manos de los delincuentes.
Pero además, en los primeros nueve días del mes de noviembre de este año se reportaron 682 asesinatos en el país.
Y no se trata de otros datos, sino información del propio Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública del gobierno federal.
Es un tema que preocupa y que ha prendido las alertas en diversos sectores de la sociedad por lo que está por venir con el cambio de gobierno en medio de un latente clima de inseguridad.
Y no es para menos, en los 58 meses de gobierno de AMLO se han registrado 134 mil 594 homicidios dolosos, es decir 50% más en comparación con el sexenio del priista Enrique Peña Nieto.
En esta oleada de crímenes están incluidos los feminicidios, los asesinatos contra defensores de los derechos humanos, activistas del medio ambiente, políticos, candidatos a cargos de elección popular, alcaldes, funcionarios públicos, diputados, sacerdotes y periodistas.
Nadie se escapa de esta vorágine que tiene bajo la zozobra a la mayoría de los mexicanos. El 2024 puede pintarse peor de lo que ya está.