Diferente y humanista
Un año le bastó a Javier May Rodríguez demostrar, con resultados, que se puede ser –y hacer- un gobierno diferente a todos los que le antecedieron.
En los hechos, es el primer gobernante genuinamente de izquierda que tiene en el centro de sus decisiones y de su presupuesto anual, a la gente.
Bastaría citar que ningún gobernador había destinado desde el primer año de su administración poco más del 78 por ciento de su presupuesto para el desarrollo social (2 mil millones tan solo para programas sociales estatales) o, lo que es lo mismo, invertir 8 de cada diez pesos para mejorar la vida de la gente.
Contrario a sus antecesores, cuando el gobernador planteó que su gobierno sería de territorio y no de escritorio no fue una cuestión retórica: sus 180 giras de trabajo y sus mas de 90 jornadas de atención personalizadas a los ciudadanos en las comunidades de los 17 municipios dan cuenta de su congruencia para cumplir sus compromisos.
Sin precedente también, es el primer gobierno que se abre al escrutinio público a través de la rendición de cuentas y transparencia con sus informes trimestrales y de las conferencias mañaneras en las que no huye a ninguna pregunta, porque, como bien dice, su “contrato es con la verdad”.
El estilo de gobernar de Javier May en Tabasco no tiene parangón, pero es indiscutible que honra en la práctica el aprendizaje y legado de su amigo el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, y que secunda el ejemplo que da su también amiga la presidenta Claudia Sheimbaun que ha estado cerca de Tabasco con su presencia y recursos, como los más de 21 mil millones para los programas sociales que benefician a los grupos más vulnerables de Tabasco.
A la oposición ciertamente le molesta que hoy gobierne un tabasqueño totalmente diferente a los ex priístas de una casta social y política-basada en el linaje y la opulencia-, que desfilaron por Palacio de Gobierno y la otrora sede del poder, La Quinta Grijalva, que no proviene de los grupos privilegiados que hoy añoran viejos tiempos – el de seguir robando- que por supuesto “no volverán”.
“Se van a quedar con las ganas, porque el pueblo ya les dijo adiós y no hay retorno. Se enojan, se molestan mucho, pero ahora en Tabasco gobierna el pueblo. Y se van a seguir enojando, porque el próximo año vamos por mucho más. (…) Nosotros vamos a seguir felices, sirviendo a la gente, orgullosos de lo que representamos”, les dijo el mandatario en la presentación de su informe ayer.
En su primer año de gobierno en el que sentó las bases de lo que será el resto de su administración que ya se distingue por un auténtico humanismo social de verdadera izquierda, Javier May Rodríguez comenzó el renacimiento de un Tabasco que avanza en la prosperidad, el bienestar y la paz que va volviendo y a la que destina sus esfuerzos y el presupuesto para garantizar la seguridad de los tabasqueños.
En los próximos cinco años, a partir del 2026, los tabasqueños seguirán atestiguando en sus comunidades y sus vidas la transformación que hace un año inició Javier May Rodríguez en Tabasco y hace siete el ex Presidente en todo el país.
