Concordia política.
En el ruidoso mundo de la política —lleno de dudas, violencia, divisiones estériles en la búsqueda del poder por el poder—, un acto de autenticidad, mensaje silencioso, se dio en Tabasco.
Si bien fue en el seno de Morena, desviado en gran parte de su gene social, lleno de caballos de Troya que lo minan desde sus entrañas —efecto nocivo del perdón a delincuentes políticos y políticos delincuentes—, los discursos de unidad y sabiduría para las tomas de decisiones dejan ver que no todo está podrido en Dinamarca.
El presidente estatal de Morena, Jesús Selván García, lo dijo con toda claridad: “En Tabasco sin unidad no hay transformación”. Esto durante la firma del Convenio de Ratificación de Colaboración Política entre ese partido y la agrupación Sociedad en Acción, fundada y presidida por Ariel Cetina Bertruy.
Ninguna acción de Morena y su gobierno pueden transformar, realmente, si no se restablece la unidad perdida desde hace más de 37 años. Por eso, ratificar u convenio de colaboración que data del 16 de agosto de 2016 y contribuyó al triunfo de Morena, en 2018, con Andrés Manuel López Obrador, no es fortuito: preparan las elecciones intermedias de 2027.
En 2016 se dijo: “existe una afinidad política e ideológica; nosotros coincidimos porque tenemos principios social demócratas, de solidaridad social, con fundamento en el beneficio de la gente”.
Este viernes 13, en las nuevas oficinas de Morena, vi un ritual para alejar la mala suerte, para generar una transformación energética positiva. Un punto de reinicio.
Para quienes entendemos la promesa de que un día resolveremos nuestros problemas con el corazón —en concordia, más que con una mente que nos han llenado de ruidos y violencias—, las palabras de Ariel Cetina dan pauta al cambio.
“La intuición es el susurro del alma”, dijo, con Jiddu Krishnamurti, al iniciar su discurso. Sí. La intuición, voz suave y sutil, nuestro yo interior, que nos guía en la toma de decisiones.
Y la agrupación Sociedad en Acción, y Ariel Cetina, no son poca cosa, como algunos dicen. Napoleón era el número 42 de su clase en la Academia Militar. A Einstein lo consideraban sus profesores como mal estudiante, torpe con las matemáticas
