Compromiso con el pueblo


Un año de gobierno no es suficiente para borrar décadas de abandono, inseguridad y desigualdad. Pero sí alcanza para trazar un rumbo claro: no pactar con la delincuencia ni con la corrupción, mantener principios firmes y demostrar que se gobierna con el corazón en el lugar correcto: Javier May Rodríguez. Fue un mensaje directo a los tabasqueños al cumplirse el primer año de gobierno: “No hay marcha atrás: vamos a seguir trabajando en el territorio, la transformación llegó para quedarse”.
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y el propio gobernador May sostienen que los compromisos con el pueblo se cumplen. Y lo cierto es que los hechos comienzan a darles la razón. Tabasco, tierra del Edén, ya no sólo es parte del discurso de la Cuarta Transformación: empieza a convertirse en un ejemplo palpable de que se puede gobernar con unidad, respeto y coordinación, sin desvíos ni simulaciones.
Claro, como en toda transformación profunda, sobran los incrédulos. Hay quienes prefieren cerrar los ojos para no ver la obra pública que se levanta con honestidad, o taparse los oídos para no escuchar dónde y cuándo se ejecuta. Pero ahí están las cifras: Un ejemplo: más de 3 mil millones de pesos invertidos este año en los 17 municipios.
En apenas 365 días, Tabasco ha recibido obras que marcan un antes y un después. Y mientras algunos critican, el gobernador recorre la entidad, supervisa avances y convierte en realidad la mayoría de los 50 compromisos anunciados. Todo ello, siguiendo el legado de Andrés Manuel López Obrador: gobernar desde el amor, no desde el odio.
Las palabras de May resuenan con fuerza en cada rincón del estado: “Se hace justicia con dignidad y el gobierno manda obedeciendo al pueblo, porque entiende que la política no se escribe en un escritorio, sino en el territorio, junto al pueblo”.
Ese es, precisamente, el compromiso: mantener los pies en la tierra, escuchar a la gente y cumplir con hechos lo que otros prometieron con palabras. Y aunque un año sea poco para transformar de raíz, sí basta para dejar claro quién gobierna para el pueblo… y quién no. Es todo.